La droga vuelve a Las Fronteras pese a la gran redada de abril

Pese a que la situación no es la misma que hace cinco meses, cuando la Policía Nacional, gracias a un vídeo, detuvo a 19 personas y desarticuló un clan familiar presuntamente dedicado a la venta de droga, ésta se vende de nuevo en el barrio de Las Fronteras, de Torrejón de Ardoz (86.000 habitantes). Para detener este aumento paulatino, los vecinos salen hoy a la calle, mientras que los policías que llevaron a cabo la operación están desmotivados.

Tras la operación policial que culminó el pasado mes de mayo con la desarticulación de una importante red de venta de estupefacientes en el barrio la asociación de vecinos de Las Fronteras denuncia que la falta de vigilancia desde entonces.El escaso control ha propiciado que, poco a poco, nuevos vendedores hayan ocupado el lugar de los detenidos, que permanecen encarcelados, salvo uno, que ha fallecido.

A los apodados Maneli, Largo y compañía les han sustituido el Faíco, Bocarrana o la Merce, que a decir de los vecinos venden droga ante la pasividad policial. No obstante, ayer podían verse patrullas policiales en las calles de Las Fronteras. Hoy los vecinos protestarán de nuevo. No están dispuestos "a aguantar otros cuatro años" para que desaparezacan los nuevos camellos.

María del Carmen Melero, presidenta de la asociación de vecinos, aseguró que el lunes informaron al comisario de Policía de Torrejón de su intención de volver a salir a la calle, ante "la actual desidia poli cial". Melero afirma que no se ha cumplido la premisa de "mantener limpio el barrio tras la detención masiva".

Problema racial

Pero la presidenta de la asociación de Las Fronteras se muestra preocupada por otra circunstancia. Los gitanos que residen en el barrio y que luchan también contra la droga se quejan de que una vez detenido el clan Maneli, de origen gitano, se permite ahora vender droga a los payos. Esto puede originar "un problema racial", afirma María del Carmen.El aumento de la tensión viene precedido por varios enfrentamientos físicos entre vecinos y camellos este verano.

Por otra parte, Manuel Sánchez, el Toli, uno de los camellos detenidos en abril y puesto en libertad tras reconocer que compraba heroína regularmente en casa de El Mañeli, ha ingresado en prisión al cambiar su declaración. El Toli fue amenazado por los familiares de los detenidos tras declarar.

Según los vecinos, otro factor que ha influido en el alejamiento de la policía ha sido el malestar que reina en la comisaría de Torrejón. La decisión de la Jefatura Superior de Policía de no aceptar el nombramiento temporal del inspector que dirigió la operación de Las Fronteras, cuatro meses después de haberlo propuesto el comisario jefe, y una vez desarticulado el clan, "ha desmotivado" a los agentes, según ha podido saber EL PAÍS.

Fuentes próximas a estos agentes consideran que el retraso en la contestación de jefatura pudo deberse a una "demora intencionada" a la vista del trabajo que se realizaba en el barrio. Una vez cumplido el objetivo se denegó la petición.