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Guerra dice que la mayoría de los votos que pierde el PSOE son de 'yuppies'

Anabel Díez

El vicesecretario general del PSOE, Alfonso Guerra, lanzó ayer un nuevo ataque velado al ministro de Economía, Carlos Solchaga, por las rigideces de su política y el alarmismo que crean algunas de sus medidas. A su juicio, esto influye en una tendencia a la baja del voto -socialista, que estaría rondando una caída de entre 10 y 15 escaños, con el consiguiente peligro de pérdida de la mayoría absoluta. En la misma reunión con el grupo parlamentario de su partido, Guerra indicó que la mayoría de estos votos corresponden a las personas "que más han progresado económicamente en los últimos años, los llamados yuppies".

Durante el encuentro, celebrado a puerta cerrada, el número dos del PSOE basó sus quejas en la encuesta realizada por el PSOE con 23.000. entrevistados, según la cual muchos de ellos, aunque afirman que seguirán votando a los socialistas, añaden que no están contentos con su política.Guerra se extendió notablemente en la explicación de esta encuesta realizada en el verano, pero, según la mayoría de las fuentes, no dio cifras, sino que sólo habló de tendencias. Aún así, desde hace algunos meses el PSOE maneja una horquilla de 10 a 15 diputados menos, que ayer volvería a ser recordada. Sí hay coincidencia plena en que Guerra hizo un reconocimiento expreso de que el PSOE muestra una tendencia "ligera" a la baja, en tanto que el Partido Popular sube y es más apreciable el crecimiento en Izquierda Unida.

Guerra, no obstante, aseguró que nada tienen que ver con la realidad las aseveraciones de los populares en el sentido de que están a cuatro puntos de los socialistas. Según las estimaciones del PSOE, la distancia es de siete puntos.

En sus explicaciones también señaló que los votos que mayoritariamente pierde el PSOE proceden de "las personas que más han progresado económicamente en los últimos años, los llamados yuppies", aseguran que dijo, y añadió que los ciudadanos perciben que en el PSOE ya no existe la cohesión interna de antaño y no aprecian "la estabilidad" que este partido ha ofrecido durante muchos años.

Dentro de este marco de explicaciones, aseguró que ciudadanos en su mayoría creen que va a ganar de nuevo el PSOE, y que incluso lo piensan los votantes del Partido Popular, pero llamó a recuperar "el mensaje político progresista" y desautorizó el exceso de lenguaje económico que ha primado en los últimos tiempos, lo que fue interpretado como una nueva crítica al ministro de Economía.

El número dos del PSOE se refirió al PP en términos críticos y señaló que personalmente tiene "escasa confianza en la capacidad democrática" de sus líderes. Dicho esto, hablé de los posibles resultados del PSOE en términos muy similares a los de 1989, aunque reconoció "el ligero descenso" y admitió que por las características de la Ley Electoral, los últimos diputados de cada lista podían perfectamente cambiar de un partido a otro. Precisamente, este baile de los restos es lo que "llevaría al PSOE a perder la mayoría absoluta por un número de votos muy pequeño y que éstos pasaran a Izquierda Unida.

En su exposición, Guerra lamentó igualmente los, a su juicio, excesivos cambios aplicados en la política económica, y se quejó de la rigidez de algunas decisiones, como fijar en el 1% la previsión del déficit público para 1997, cuando el Tratado de Maastricht da un margen de hasta el 3%.

En esta línea, habría dicho no entender como hasta hace poco los objetivos, de Maastricht eran objetivos irrenunciables a alcanzar costara lo que costara y ahora ya se pueden renegociar y suavizar. También habría lamentado, según informa la agencia Efe, el alarmismo creado en la población con el anuncio de determinadas medidas económicas, como la referida al incremento de los valores catastrales, cuando no se van a aplicar hasta 1996.

Estrategia electoral

El Grupo Parlamentario Socialista se había reunido en pleno para conocer a través de la dirección del partido -representada ayer por el vicesecretario, Alfonso Guerra, y el secretario de Organización, Txiki Benegas- la estrategia que va a imperar hasta las próximas elecciones.

Esta es la segunda vez en cuatro días que Alfonso Guerra hace alusión a la recuperación de la ideología por encima de la frialdad "economicista".

En el encuentro, tan sólo cinco diputados pidieron la palabra para mostrar su preocupación por los problemas internos y de liderazgo. Guerra apenas entró en este asunto, pero ironizó al oír que un diputado en concreto hablaba de las "distintas sensibilidades". El número dos del PSOE bromeó sobre la existencia de "sensibilidades" y zanjó el asunto con la afirmación de que en ese partido hacía menos de dos años que se había celebrado un congreso y se había elegido una nueva dirección. En relación con los temas internos y en concreto sobre la posible sucesión de Felipe González, Guerra señaló que "aparte de unos pocos que quieren colocarse, el liderazgo está claro en este partido".

El vicesecretario general informó al grupo sobre la campaña a realizar a finales de octubre en coincidencia con el décimo aniversario del primer triunfo electoral del PSOE. Esta campaña la inaugurará Felipe González en un mitin multitudinario en Madrid.

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Sobre la firma

Anabel Díez
Es informadora política y parlamentaria en EL PAÍS desde hace tres décadas, con un paso previo en Radio El País. Es premio Carandell y Josefina Carabias a la cronista parlamentaria que otorgan el Senado y el Congreso, respectivamente. Es presidenta de Asociación de Periodistas Parlamentarios (APP).

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