El franco sufre un fuerte ataque y roza el límite mínino de cotización
El franco francés sufrió ayer un ataque brutal en los mercados y rozó el límite inferior de su banda de cotización. Su robustez dependerá del resultado del referéndum sobre el Tratado de Maastricht del próximo domingo, afirmaban ayer en París las autoridades y los especialistas en materia monetaria. En la hipótesis de una victoria del sí, "el valor del franco tan sólo puede mejorar", dijo Michel Sapin, ministro de Economía y Finanzas. En cambio, según Michel Albert, presidente de la sociedad aseguradora AGF, el triunfo del no en el referéndum provocará "tal agitación en los operadores financieros" que el franco terminará por devaluarse.
"Convencidos de que Francia no puede rechazar, al mismo tiempo, la unión monetaria y mantener su franco pegado al marco, los operadores comenzarán a trabajar en la dirección de un reajuste de las paridades, lo que equivaldrá para nosotros a una devaluación del franco", dijo Albert. El empresario de la entidad aseguradora añadió que esa posible devaluación podría llegar, al 10%.
La mayoría de los analistas franceses coincidían ayer con esa visión pesimista. El triunfo del no, dicen, provocaría una larga serie de consecuencias. Las más importantes son: que el franco sufra fuertes ataques especulativos; causará un hundimiento en la Bolsa de París de hasta el 10% en la jornada del lunes; obligará al Banco de Francia a subir sus tipos de interés en, al menos, un punto; incitará a la retirada de capitales extranjeros; pesara sobre el crecimiento francés y podrá imponer la necesidad de un plan de austeridad.
Las tensiones de la última semana han provocado temores, sobre todo ante los resultados del referéndum sobre los acuerdos de Maastricht. Pero, no obstante, todo el mundo sabe que el franco, desde el año 1987 (fecha de su última devaluación frente al marco), ha mejorado de modo muy significativo su competitividad.
Incertidumbre
El pasado lunes, Sapin también dejó pendiente del resultado del referéndum la reacción francesa a la bajada de los tipos de interés alemanes. Francia, cuya inflación está muy controlada y puede y debe permitirse tipos más bajos que los actuales, reclamaba a Alemania ese descenso. Pero Sapin anunció que la baja francesa, "que reactivará la inversión y el consumo", sólo podrá hacerse realidad si vence el voto por el sí.
Los comentaristas franceses aceptaban ayer que la incertidumbre sobre los resultados del referéndum ha contribuido a la tormenta monetaria europea. "La crisis", dijo el ministro de Industria y Comercio, Dominique Strauss-Kahn, "obedece a las situaciones difíciles de Italia, España y el Reino Unido, agravadas por la inquietud de los observadores económicos desde que supieron que el no puede ganar".
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