El encierro de Fuenlabrada cumplió el reglamento
Fuenlabrada (150.000 habitantes) vivió ayer el encierro más tranquilo de los últimos años, en el que, pese a todo, se registraron cuatro heridos leves durante las tres horas que duró la carrera. El Ayuntamiento cumplió las normas del reglamento taurino, y la fiesta contó con recortadores (profesionales del toro para auxiliar a los mozos).
Las cuatro personas atendidas en la enfermería tan sólo sufrieron contusiones y no fueron empitonadas por los dos toros y tres vacas que participaron en el encierro.Según los responsables municipales, no hubo actos violentos ni bruscos contra los animales gracias a una campana de sensibilización que pusieron en marcha siete peñas de Fuenlabrada. Para el delegado de Seguridad Ciudadana, Miguel Ángel García Núñez, el encierro celebrado ayer se desarrolló tal y como pretendía la delegación del Gobierno, y se cumplieron todas las medidas de seguridad exigidas. No obstante, en algún momento de la carrera, algunas personas arrojaron piedras y agua contra los toros cuando éstos permanecían estáticos.
En otro punto del recorrido, varios jóvenes vehementes castigaron a una vaca, según ellos mansa, a la que apalearon con varas desde las vallas. Para estos mozos, esta acción era la única manera de animar a los animales, que en ese instante llevaban dos horas y media en el recorrido.
Otra novedad del encierro de este año era la instalación de unos férreos andamios como vallas de seguridad en el recorrido. Sin embargo, en algunos tramos no se cumplió la doble protección, lo que originó algunos sustos y avalanchas inesperadas de personas.
