Decepción
Tras la euforia olímpica me llevo la decepción paralímpica. Diez minutos en televisión y unos escuetos artículos periodísticos es todo lo que me cuentan a diario de estos Juegos. Creó que sólo por su dimensión humana este evento merecería mejor trato. Pero es que, además, resulta que a nivel deportivo los atletas españoles están dejando pequeñas las gestas de sus compañeros olímpicos. A aquéllos les dedicaban 24 horas y un montón de suplementos; a éstos, 10 minutos y unas pocas columnas. ¡Qué decepción!-.
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