"Vuelvo con la ilusión de quien está donde quiere estar"

Hoy por hoy ha acentuado esta temporada su compromiso informativo, al adelantar su horario a las ocho de la mañana. Gabilondo, de 49 años -los últimos 25 en la cadena SER, con irrupciones de éxito en el mundo de los informativos de televisión-, no quiere que la actualidad pura y dura arrincone al reportaje humano, que desdibuje la crónica de otras historias cuyos protagonistas son los ciudadanos de a pie."Cuando trabajas en la información monda y lironda parece que te vas alejando de las pequeñas cotidianidades, como si fuera algo apestoso, una tercera división informativa. Yo he aprendido mucho viviendo los magazines, me han enriquecido como ser humano, al no perder el contacto con los problemas cotidianos. En Hoy por hoy estaremos conectados con la actualidad que hace los grandes titulares, pero con el otro brazo extendido hacia otros mundos. Eso no me privará del gran gustazo de que a las diez o a las once estemos hablando de todos los temas que forman la actualidad", señala.

La información personalizada y comentada ha dado a la radio un auge impresionante y ha convertido la mañana en un territorio de máxima audiencia. La competencia entre las cadenas que se disputan ese mercado publicitario -el más importante de la radio- ha convertido a los directores y presentadores de los programas matinales en verdaderas estrellas. Gabilondo, sin embargo, ve diferencias.

"Para mí, las dos terapias para salvaguardarme del riesgo de una vanidad exacerbada y que seas contemplado por la gente no sólo como un profesional, sino como otra cosa, son la personalidad y el trabajo. Primero, por la responsabilidad, dado lo que se juega tu empresa en tu territorio informativo. Yo, en las mañanas, me juego menos de lo que la SER, se juega conmigo. Me siento muy cómplice de la aventura de la SER, muy unido a su visión de la radio, a su visión de la profesión, y tengo la responsabilidad de pilotar el barco en el tramo más difícil. A mis años no creo que tuviera grandes dificultades para sacarme las alubias, pero me siento muy unido a una aventura y muy integrado orgánicamente en un equipo de trabajo"

Estrellas

Iñaki Gabilondo subraya que las denominadas estrellas "operan cómo una burbuja dentro de la estructura de una radio; tienen su mundo, su organización, mecánicas comerciales organizadas por su cuenta, viven su éxito e, indirectamente, lo obsequian al medio en el que trabajan".Él vive "absolutamente integrado" en la estructura de la SER. "Yo no tengo mi equipo, yo soy la SER de 8.00 a 12.30, y mi equipo es el equipo de la SER, y los personajes que vienen a mi programa no los convoco yo, sino las secciones de nacional, de economía e internacional", recalca.

Ello no impide que Gabilondo deba disfrutar y padecer las ventajas y los perjuicios del éxito. Buenos contratos, pero también el sometimiento a la presión de las batallas de audiencia. La competencia -son muchos años en la brega- no parece preocuparle demasiado, aunque de vez en cuando se lleve algún susto. Sin embargo, no oculta su irritación por ciertas descalificaciones profesionales de gentes que se han autonombrado portavoces de la libertad.

"Yo sería el tío mas tonto de la tierra si estuviera en un lugar en el que no solamente gano mucho menos que en otros sitios -he rechazado ofertas de mucho dinero- y encima no disfrutara de libertad para trabajar. Esto que digo lo sabe casi todo el mundo. Pero, como anda por ahí algún personaje dictando la lista de los periodistas libres y de los amordazados, debo decir que estoy trabajando en la misma casa en la que trabajan Eduardo Haro Tecglen, Rosa Montero o Maruja Torres, por poner algún ejemplo. Y que en cuestiones de libertad no estamos en edad de aprender de aquellos que nos agreden, sino, en todo caso, de enseñarles".

La radio, en su opinión, no es ajena a los cambios que registra la sociedad. Gabilondo se considera "un ciudadano perplejo" y cree que "la gente que sintoniza conmigo es porque también tiene dudas, y le parece razonable estar con alguien que duda". La obligación del periodista es no detenerse, caminar con la actualidad. Así lo que vaya a ocurrir "nos pillará andando".