Una explosión de gas en una aceitera de Córdoba causa cinco heridos graves
Cinco personas sufrieron ayer quemaduras de diversa consideración al incendiarse, tras una explosión de gas, la empresa Aceitera de Monturque, SA, ubicada en la nacional 331, que enlaza las ciudades de Córdoba y Málaga. Juan Carlos Jiménez Cobo, de 21 años, es el afectado en peor estado, ya que tiene quemaduras de tercer grado por todo el cuerpo. Su estado es crítico y se teme por su vida, según fuentes de la unidad de quemados del hospital Virgen del Rocío de Sevilla.
Junto a Juan Carlos Jiménez, cuyo estado es extremadamente grave, otras cuatro personas permanecen internadas en el citado hospital. En estado muy grave se encuentran Antonio Doblas Jiménez, de 35 años, que sufre quemaduras de segundo y tercer grado en el 98% de su cuerpo, y Francisco Branca Gamir, de 37 anos, que tiene afectada el 80% de la superficie cutánea con quemaduras de segundo y tercer grado. Fuentes hospitalarias añadieron que Francisco López Caracuel y Raimundo Rojas Raya, de 27 y 31 años, respectivamente, están también graves, con quemaduras de segundo y tercer grado en el 60% de su cuerpo.Una concentración de gas hexano, utilizado en la destilación del aceite, ha sido la causa del siniestro, que se produjo durante la madrugada del domingo en esta planta aceitera de Monturque (Córdoba).
En el momento de producirse el accidente, sobre las 0.30 del domingo, siete personas se encontraban trabajando en la planta, de las que cinco sufrieron heridas. Los que resultaron alcanzados por el fuego abandonaron el recinto envueltos en llamas y a la carrera. Inmediatamente fueron trasladados al hospital Infanta Margarita, en Cabra, situado a unos 12 kilómetros, donde recibieron las primeras curas.
Según testigos presenciales, las llamas alcanzaron los 30 metros de altura como consecuencia de la combustión del gas y el aceite. Bomberos de las localidades de Puente Genil, Cabra, Lucena y Montilla participaron durante algo más de una hora en la extinción del siniestro.
Los dos millares de habitantes de Monturque, alarmados por las dimensiones del siniestro y el ruido de las explosiones, pasaron prácticamente toda la noche en vela y en la calle. El pánico llevó a algunos a tomar la determinación de abandonar el pueblo ante el temor de que el fuego se propagara por otras almadrabas.
Los responsables de la empresa aceitera se han negado a facilitar detalles de lo ocurrido en la fábrica, donde trabajan unas 40 personas. Para algunos de sus responsables, el fuego se inició en uno de los ocho extractores de aceite, aunque por el momento se reservan sus opiniones sobre las causas del incendio. Los trabajadores aseguran que se produjo un escape de gas hexano antes del siniestro que comenzó, probablemente, cuando se encendió uno de los extractores.
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