_
_
_
_

Los nuevos campos de golf deberán regarse con agua reciclada de depuradoras

Juan Carlos Sanz

Donde hay agua, hay vida; y si se tercia, campos de golf. Los ejecutivos de los futuros parques empresariales del área metropolitana preferirán trabajar cerca de un green para poder jugar a su deporte favorito. Por eso la Comunidad de Madrid, que impondrá que las praderas se rieguen con aguas-residuales tratadas en depuradoras, ha comenzado a dibujar manchas verdes en el mapa de la región. La primera le ha correspondido a la Corporación Financiera Cajamadrid, que va a instalar un campo de golf en la finca El Garzo, en Las Rozas.

Más información
Cajamadrid recibe el visto bueno para instalar un 'green' en Las Rozas

Un grupo de trabajo integrado por la Agencia de Medio Ambiente, el Canal de Isabel Il y las consejerías de Cooperación y Política Territorial va a aprobar este mes los criterios para la instalación de nuevos campos de golf en la comunidad madrileña. En principio, sólo se admitirán los greens situados en zonas próximas a las depuradoras de aguas residuales, para aprovechar su caudal en el riego de las praderas. Los 14 campos de golf abiertos actualmente en la comunidad madrileña vienen a consumir cada año 14,3 millones de metros cúbicos de agua, el equivalente, según los ecologistas, al de una ciudad de 125.000 habitantes, como Albacete o Fuenlabrada.La comisión de trabajo sobre los futuros campos de golf de la región está confeccionando un decálogo de condiciones para la creación de nuevos greens. El primer mandamiento indica que deberán estar ubicados en un radio de 10 kilómetros de una depuradora de aguas residuales para aprovechar su riego o contar con captaciones propias de aguas subterráneas.

"En ningún caso se va a consentir la plantación de praderas inmensas; los nuevos campos de golf deberán adaptar su configuración al clima madrileño, a la vegetación autóctona y al respeto de los bosques existentes", advierte José María Ezquiaga, director de la Oficina de Planeamiento de la Comunidad y miembro del equipo de trabajo.

La clave es el agua, La implantación de greens en suelos tradicionalmente industriales como los del sur de la región supondrá una clara mejora medioambiental. "Algunos pretenden utilizar los campos de golf como pretexto para construir chalés, pero Madrid no va a aplicar la política de otras comunidades autónomas que toleran este tipo de operaciones urbanísticas para atraer un turismo de calidad", asegura Ezquiaga. La Consejería de Política Territorial excluye cualquier tipo de uso residencial en suelos rústicos, que sí pueden acoger usos recreativos. "Aunque los campos de golf sean elitistas, al menos son actuaciones blandas para el medio ambiente", argumenta el director de la Oficina de Planeamiento de la Comunidad.

18 hoyos públicos

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Antes de aplicar el plan de campos de golf, el Gobierno regional deberá cerrar las negociaciones con la Confederación Hidrográfica del Tajo, que gestiona las concesiones de agua. No obstante, Madrid devuelve a la confederación más agua de la que recibe, ya que posee embalses de gran capacidad.El modelo previsto para el funcionamiento de los campos de golf será el club de socios accionistas -como el instalado en Villanueva de la Cañada- con acceso al público. La Federación Española de Golf instalará el primer campo de golf público -diseñado por Severiano Ballesteros- al sureste de la tapia del monte de El Pardo, entre la M-30 y la M-40, donde los aficionados podrán jugar por unas 2.500 pesetas. En un campo privado los socios pagan unas tarifas que oscilan entre las 5.000 pesetas en los días laborables y las 10.000 durante los fines de semana.

El Ayuntamiento de Madrid también ha adjudicado a una empresa privada la construcción de un campo de golf en el área del Campo de las Naciones y los nuevos recintos feriales. Las arcas municipales recibirán en contrapartida 25 millones de pesetas y 103 millones más en promoción. La Federación de Golf considera que Madrid necesita otros cinco campos más.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Juan Carlos Sanz
Es el corresponsal para el Magreb. Antes lo fue en Jerusalén durante siete años y, previamente, ejerció como jefe de Internacional. En 20 años como enviado de EL PAÍS ha cubierto conflictos en los Balcanes, Irak y Turquía, entre otros destinos. Es licenciado en Derecho por la Universidad de Zaragoza y máster en Periodismo por la Autónoma de Madrid.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_