Sting,

estrella de la música pop, y la que ha sido su compañera durante más de una década, Trudie Styler, se casaron civilmente en Londres el pasado jueves y continuaron la ceremonia el sábado con una bendición nupcial seguida de una recepción en su propiedad de Wiltshire, en el suroeste de Inglaterra. Sting, de 40 años, su esposa, sus tres hijos y unos 150 invitados, entre los que se contaban numerosas celebridades de la música pop y del cine, se reunieron en la pequeña iglesia de San Andrés de Great Dunford, el pueblo próximo a su mansión isabelina. El día fue lluvioso, pero la pareja -él, más bien clásico; ella, vestida de satén color marfil bordado con perlas y oro y el, velo sujeto por una tiara de oro- disfrutó de algunos rayos de sol a la salida de la iglesia. La familia y los amigos se dirigieron a continuación a la mansión, en la que la novia hizo su entrada montada en un caballo blanco, llevado por su esposo, hasta el lugar preparado para la recepción. Sting y Trudie tienen tres hijos: Mickey, de ocho años; Jake, de siete, y Coco, de dos. Éste es el segundo matrimonio de Sting, que se divorció de la actriz irlandesa Frances Tomelty, de la que tuvo dos hijos: Joe, de 14 años, y Kate, de nueve. Sting ha terminado una gira de 18 meses y ha, decidido tomarse un descanso; Trudie debe rodar un documental en China de aquí a finales de año.