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De la Rosa negocia la venta del 10% del Banco de Ibiza que compró en febrero

Javier de la Rosa negocia la venta del 10% que Corporación CNL, sociedad de la que es presidente, posee en el Banco de Ibiza, según fuentes empresariales conocedoras de la operación. La familia Matutes, anterior propietaria de ese paquete y dueña en la actualidad de otro 40% del capital del banco, buscará un nuevo accionista o volverá a adquirir esa participación en caso de no encontrarlo.

Javier de la Rosa adquirió cerca del 10% del Banco de Ibiza durante el pasado mes de febrero por un precio superior a los 3.000 millones de pesetas. En aquel momento, fuentes próximas a la operación explicaron que el objetivo de De la Rosa era mantener su participación a largo plazo y nombrar un representante en el consejo de administración del banco balear.Sin embargo, la entrada del financiero catalán en el banco Abel Matutes Torres-Banco de Ibiza fue mal acogida por el Instituto Bancario San Paolo de Torino, propietario de otro 40% del capital del banco fundado por la familia Matutes. Esta actitud del grupo italiano era determinante pues, según fuentes próximas al mismo, existe un acuerdo con los Matutes para que en 1993 el San Paolo asuma la mayoría de la capital del banco.

Poco antes de hacerse pública la entrada de Corporación CNL, el San Paolo y el Banco de Ibiza habían cerrado la compra conjunta del Banc Catalá de Crédit, por 10.700 millones de pesetas, de los que una parte importante está aún pendiente de pago. El proyecto inicial era fusionar posteriormente el banco catalán y el balear para que el grupo italiano operara en España a través de una única entidad. Cuando la familia Matutes llegó al acuerdo con Javier de la Rosa, el San Paolo congeló el proyecto.

Ahora, De la Rosa ha decidido vender su paquete. La venta ha sido confirmada por fuentes absolutamente conocedoras de la operación, pero no se ha podido localizar al financiero catalán, quien está de vacaciones.

La recompra del paquete en manos de Corporación CNI, por parte de los Matutes, si no hay comprador, estaría ya prevista y pactada en el momento de la compra, según otras fuentes.

El Banco de Ibiza concentra la mayor parte de su actividad en las islas Baleares y especial mente en el sector turístico. La evolución negativa de esta in dustria durante los últimos años ha afectado también a la cuenta de resultados de esta entidad financiera.

Durante 1991, el Banco de Ibiza destinó 418 millones a provisiones para insolvencias. Sin embargo, posteriormente, los auditores recomendaron que de los beneficios netos, que fueron de 1.008 millones, 396 le destinaron a nuevas coberturas de, insolvencias.

El Banco de España encargó a los auditores un informe sobre su morosidad en el que se concluía que una mala temporada turística en Ibiza durante este verano dificultaría la recuperación de créditos.

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