El Barcelona salió maltratado de La Coruña

El Sáo Paulo maltrató al Barcelona. No está todavía preparado el campeón de Europa para plantarle cara al campeón de América. Tal vez en la final de la Copa Intercontinental, el 3 de diciembre en Tokio, los azulgranas puedan tomarse la revancha sobre los brasileños. Mientras, sin embargo, el grupo de Tele Santana presumirá de haber goleado al cuadro de Cruyff. Resultó, ciertamente, una derrota dolorosa para los barcelonistas. Habían llegado invictos de Holanda y han salido malparados de La Cortifia.Los azulgranas entraron al campo como un fuera borda y salieron como náufragos, pidiendo explicaciones a Martín Navarrete por la sefialización de un penalti -se quejaron de que existía fuera de juego- y también por una falta indirecta -consideraron que no se puede penalizar una cesión al portero si se hace con el pecho-, dos jugadas que provocaron dos goles y, consecuentemente, sentenciaron el partido.

No se trataba de cuestionar sólo al colegiado. El Barcelona no respondió a las expectativas que se le suponían, pese a que se encuentre todavía en pleno rodaje. Cruyff cambió a medio equipo respecto a la semifinal (Zubizarreta, Herrera, Soler, Begiristain y Julio Salinas ocuparon la plaza de Busquets, Juan Carlos, Pablo, Goikoetxea y Laudrup) y, sin embargo, siguió confiando en el mismo concepto futbolístico, una apuesta plausible por cuanto defiende el manual por encima de las individualidades.

El problema es que el colectivo azulgrana, privado de Guardiola, no ha encontrado en La Coruña un salida fluida en ataque ni tampoco ha ajustado los resortes defensivos, un problema que en el stage de Holanda, curiosamente, no se acusó.

El técnico, es cierto, cambió ayer de marcadores, pero reiteró su confianza en Nadal como hombre de cierre, mientras Koeman adelantaba su posición hasta la salida del área grande con la misión de lanzar al equipo. Puesto el balón en juego, pareció por un momento que el Barcelona se comería al Sáo Paulo. Los barcelonistas cuajaron unos 10 primeros minutos de ensueño en una pretemporada. Los reglas de Cruyff -posición en el campo, ritmo de balón y concentración- se cumplieron a rajatabla. El equipo salía a ocasión de gol por minuto. El tanto de Salinas, por ejemplo, fue precioso. Y el árbitro, además, se comió un penalti a Stoichkov.

Un error defensivo, sin embargo, desarmó totalmente al cuadro de Cruyff, y puso al descubierte, sus debilidades defensivas. El Sáo Paulo, un equipo que arria tanto el balón como el propio Barcelona, comenzó a explotar los lanzamientos rápidos y cruzados hacia la banda izquierda, donde Muller le ganó una vez sí y otra también la espalda a Herrera, mientras Nadal -tan potente, como lento- no acertaba en los cruces y Soler se veía perdido en el flanco izquierdo. La lentitud de la defensa barcelonista dejó a menudo vendido a Zubizarre ta, que tuvo que emplearse a fondo reiteradamente.

Madrid-Real Sociedad

El Real Madrid y la Real Sociedad disputarán hoy, a partir de las 22.00 (Telemadrid) la final del primer Trofeo Ciudad de Salamanca. La Real Sociedad se clasificó ayer para final al derrotar en la tanda de penaltis al Oporto. El encuentro concluyó con empate sin goles, pero el conjunto donostiarra se impuso por 4-2 en los lanzamientos de las penas máximas.