Aparecen los primeros nervios

Los inversores dieron muestras ayer de un alto grado de nerviosismo al sacar al mercado un nuevo contingente de papel, que hizo caer el índice de la Bolsa hasta 4,6 puntos, un 2,19%. En ese momento, las bolsas europeas apenas cedían terreno y Londres se permitía una pequeña subida, y ni siquiera Tokio, el mercado impulsor de las caídas, había bajado tanto como para asustar de esa manera. La explicación de este descalabro parecía estar en los pronósticos de una subida de tipos de interés de las letras del Tesoro a un año en la subasta que se celebra hoy, aunque los operadores del mercado monetario se encuentran divididos sobre esa posibilidad al acumularse la mayor parte de los vencimientos al final de mes, coincidiendo con la siguiente subasta. La inflación también preocupa lo suyo, no tanto por el resultado del IPC de julio como por la situación en que pueda quedar de cara al dato de agosto.La absorción de papel por parte de las instituciones ha sido alta, sobre todo porque había que hacer frente a la corriente vendedora que llega del exterior, y es que el inversor extranjero está poco convencido de que el déficit público pueda mejorarse a medio plazo. El índice de Madrid cae un 1,82%, 3,81 puntos, que le acercan al nivel de diciembre de 1987. El Ibex 35 cede un 1,93%.