La élite inicia hoy en Montecarlo las grandes reuniones europeas
El atletismo de alto nivel sigue en marcha. El asalto a los récords, los desafíos, los grandes duelos y la presentación de los campeones a la alta sociedad comienzan hoy en la reunión de Montecarlo. Será la primera de una cadena que recorrerá Europa: el próximo día 16, Colonia; el 19, Zúrich; el 21, Berlín; el 28, Bruselas, y el 4 de septiembre, Turín. Los atletas están en forma y quieren ganar dinero y mejorar sus marcas.
En todas estas capitales se han programado las pruebas más selectas, aquéllas en las que sólo las figuras tienen cabida. Hay mucho que ver. Por ejemplo: a Carl Lewis corriendo en un tiempo cercano a la plusmarca mundial de los 100 metros (9,86 segundos), a Mike Marhs intentando batir la de los 200 (19,72) luego de que se quedara a una centésima en Barcelona pese a su ahorro de energías porque era una semifinal, a Quincy Watts poniendo cerco a la de los 400 (43,29) o a Serguei Bubka procurando desquitarse de su fracaso en la pértiga olímpica.Los españoles también van a ser invitados. Eso sí, sólo a uno de los cuatro medallistas, Fermín Cacho (oro en los 1.500 metros), se le han abierto todas las puertas. El soriano gozará además del privilegio de ordenar el ritmo que quiera y las liebres se someterán a él. Ya ha aceptado conceder a sus rivales la revancha en Zúrich. Si les ganó en una carrera lenta, ahora quiere hacerlo en una rápida.
Javier García Chico (bronce en pértiga) también tendrá fácil estar donde Bubka. Precisamente, en uno de los concursos más elitistas, el Masters de Grenoble, ya le había ganado este año. A lo que más le ayudará su éxito es a incrementar su cotización económica.
Daniel Plaza (oro en los 20 kilómetros marcha) y Antonio Peñalver (plata en el decatlón) van a tener menos ocasiones porque sus especialidades son de alcance reducido.
Sí hay, en cambio, más españoles en la agenda de los organizadores. Son los casos de Maite Zúñiga, capaz de correr los 1.500 metros en cuatro minutos; Abel Antón, que puede animar los 5.000 en cualquier lugar, y Tomás de Teresa, que compitió mal en los 800 de Barcelona, pero que puede hacerlo bien si se va deprisa.
