El Valencia aspira a cambiar su condición de 'eterna' alternativa por la de campeón
El Valencia aspira a cambiar su condición de eterna alternativa al Barcelona, el Real Madrid y el Atlético de Madrid por la de campeón. Así de claro. Las inequívocas irregularidades de los equipos de Johan Cruyff y Luis Aragonés y el fracaso del que ahora dirige Benito Floro en el pasado torneo abren sus expectativas. Entre otras razones, porque es uno de los que más se ha reforzado. En concreto, la incorporación del futbolista rumario Belodedici se califica de decisiva para que el conjunto de Guus Hiddink, que ayer puso término a su concentración holandesa con un triunfo por 3-2 ante el Groningen, opte de verdad a un título que se le ha negado desde la temporada 1970-1971.
Fernando, el capitán, recuerda que los 2.000 millones de pesetas de presupuesto del Valencia están lejos de los 6.000 o 7.000 que manejan el Real Madrid o el Barcelona. No obstante, es el primero en advertir que sus compañeros y él ya no se conforman como otras veces con asegurarse una plaza en la Copa de la UEFA. Precisamente, el triunfo en la tercera competición europea, en cuya primera ronda el rival es el Nápoles, es otro de los objetivos de un club cuya última victoria internacional fue en la Recopa de 1980.
Hiddink ha dado forma a un cuadro que practica un juego de vocación ofensiva basado en su enorme calidad técnica. El holandés llegó a España en la temporada precedente después de pasar, entre otros destinos, por el PSV Eindhoven, con el que consiguió la Copa de Europa de 1988 tras eliminar en las semifinales al Madrid. En sus planteamientos prevalecen el ataque y su gusto por el espectáculo.
Esa afición por el fútbol de calidad se extiende hasta el aprecio de todo el mundillo, polémicas incluidas, que rodea los partidos. "Me encantan los ambientes fuertes", suele decir. Pero su amor por él corre paralelo a su radical rechazo a cualquier actitud que provoque agresividad. En este sentido, Hiddink fue el primer preparador en España que pidió la retirada de una bandera nazi de los graderíos, con lo que cumplía una norma de la Ley del Deporte que prohíbe las pancartas, los símbolos y las leyendas que inciten a la violencia. Antes del comienzo del encuentro liguero Valencia-Albacete, en febrero, fue taxativo: no quería seguir viendo una esvástica que colgaba de la valla de separación.
De menos a más
Sin embargo, sus primeros partidos con el Valencia tuvieron unos resultados tan poco esperanzadores que casi, casi, le costaron la destitución. La marcha vacilante del equipo puso en entredicho a Hiddink, cuya situación alcanzó su momento más delicado a principios de noviembre. En las primeras siete jornadas del campeonato figuraba el décimo con apenas siete puntos y un negativo.
Pero a partir de ahí inició una espectacular remontada al asimilar al fin los esquemas del holandés. Sempere se hizo con la titularidad en la portería a costa del internacional Ochotorena. Camarasa se consolidó en la defensa como un jugador eficaz y polivalente. En el centro del campo, Fernando desempeñó las tareas organizativas y Roberto se ocupó de robar balones, impulsar al equipo en los momentos de desánimo e incluso de subir al ataque en busca del remate de cabeza. El delantero centro búlgaro Penev, que protege la pelota como pocos, se erigió en un jugador insustituible y de una efectividad goleadora pasmosa -su gran problema puede derivarse de sus reiteradas faltas de disciplina. Su expulsión de la concentración del equipo en Holanda por ir de madrugada a un bar sin permiso, tras otro incidente similar la temporada pasada eri Tenerife, constituye un serio aviso para él-. Eloy, con sus rápidas incursiones por la banda, completaba el equipo.
En cambio, el ariete panameño Rommel Fernández, que, procedente del Tenerife, llegó al Valencia también con la vitola de gran rematador, no se adaptó al sistema del conjunto y ahora ha sido cedido temporalmente al Albacete.
Detrás, en medio y delante
Esta vez el Valencia iniciará la Liga con las ideas de Hiddink bien asimiladas y buscando una mayor regularidad en el juego que desplegó durante la mayor parte de la pasada. Aparte de la incorporación de Belodedici, cuenta con dos refuerzos importantes. González, el portero que asumió la responsabilidad de sustituir a Arkonada en la Real Sociedad, pugnará con Sempere por la titularidad. El fichaje del delantero Álvaro, procedente del Mallorca e internacional con Vicente Miera, supone otro importante apoyo para la ofensiva. Aunque, en principio, parece destinado a jugar por la banda izquierda, es un extremo que puede ocupar también el carril derecho. Álvaro, doblando indistintamente con el brasileño Leonardo y con Quique, puede causar mucho daño por un lado y otro a las coberturas contrarias.
Con todo, el fantasma de la irregularidad de otras campañas planea sobre las aspiraciones del Valencia. Conseguir el mayor número posible de puntos en campo propio e integrarse desde el principio en el grupo de los favoritos son metas esenciales, según recalca Fernando, para alcanzar al final el campeonato.
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