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147 entrenadores, 51 de ellos extranjeros, han pasado por la Primera División en 15 años

La Primera División del fútbol español estrena esta temporada siete entrenadores más: José Antonio Camacho (Rayo Vallecano), que hace dos colaboró estrechamente con Alfredo di Stéfano en el Real Madrid; Jesús Rojo (Celta), Julián Rubio (Albacete), el argentino Carlos Bilardo (Sevilla), el alemán Jupp Heynekes (Athletic de Bilbao) y los holandeses Bern Jacobs (Sporting) y Theo Vonk (Burgos). Ellos suponen el 35% de una categoría que los devora: al margen de la próxima, en las últimas 15 han pasado por ella 147, de los que 51 son extranjeros. Luis Aragonés (12), Javier Clemente (11), José Manuel Díaz Novoa (10) y José María Maguregui (10) han sido los más resistentes en la pugna con los resultados.

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Nueve argentinos, nueve yugoslavos

Vicente Miera, todavía seleccionador español, aunque Javier Clemente ya está designado para sustituirle tras los Juegos Olímpicos, lo ha repetido hasta la saciedad: uno de los problemas más graves con los que él, como sus predecesores, ha debido enfrentarse al dirigir el equipo nacional es el de la proliferación de técnicos extranjeros. Según su razonamiento, ello supone que los jugadores internacionales practiquen sistemas tan distintos que adaptarlos luego, en apenas unos días de ensayos conjuntos, a otro cuesta bastante, quizá demasiado.La realidad demuestra, sin embargo, que la proporción de preparadores foráneos en la Primera División no tiende, ni mucho menos, a reducirse. Ocho (el 40%) de los veinte que van a comenzar la inminente Liga lo son. Algunos, es cierto, ya llevan varias en sus espaldas: el británico John Toshack (Real Sociedad) encara la octava y el holandés Johan Cruyff (Barcelona) la quinta. Otro, el también neerlandés Guus Hiddink (Valencia), afronta la segunda. A uno más, el argentino Jorge Valdano, se le puede calificar como un asimilado porque toda su carrera se ha desarrollado en España. Pero, en definitiva, los clubes siguen volviéndose hacia el exterior a la hora de responsabilizar a alguien de sus banquillos.

Las modas

Curiosamente, además, las modas suelen mandar en este aspecto. Ahora, por ejemplo, los entrenadores holandeses pisan fuerte pese a la reciente experiencia negativa del Real Madrid con Leo Beenhakker. Así, el Burgos y el Sporting de Gijón parecen haberse fijado más en Cruyff y Hiddink al contratar a Theo Vonk y Bern Jacobs, ajenos a la fama fuera de sus fronteras, pero cuyas credenciales son las de haber trabajado con honradez y éxitos relativos en cuadros de segunda fila. En cambio, el Athletic de Bilbao no se ha dejado guiar por esa corriente alterna, que en otras épocas se deslizó hacia los británicos y los yugoslavos, y ha fichado a un alemán, Jupp Heynckes, célebre por haberse ocupado del Borussia de Moenchengladbach y el Bayerri de Múnich, para que intente revitalizarlo. A su vez, el Sevilla ha optado por el argentino Carlos Bilardo, campeón mundial con el combinado de su país en México 86, mirando de reojo la posibilidad de que forme tandem no sólo con el delantero Simeone, sino también con el media punta del decenio de los ochenta, Maradona.Sólo tres españoles han conseguido hacerse un hueco en la máxima categoría: José Antonio Camacho (Rayo Vallecano), que, en cierto grado, ya compartió con Alfredo di Stéfano la dirección del Madrid en 1991; Jesús Rojo (Celta) y Julián Rubio (Albacete). Ello significa que sólo el 42,8% de los nuevos lo son. Es un detalle significativo cuando 96 (el 65,3%) de los 147 que han desfilado por aquélla desde el ejercicio 1977-78 hasta el 1991-92 son nacionales.

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