Polémica en Francia por la posible fusión de las cadenas públicas Antenne 2 y FR-3

Si a comienzos de la semana pasada el Conseil Superieur de l'Audiovisuel (CSA) francés comunicaba que había impuesto una multa de 30 millones de francos (casi 600 millones de pesetas) a TF-1, canal privado y de mayor audiencia en Francia, el pasado viernes, el CSA arremetía contra la política de fusión seguida por dos canales públicos -Antenne 2 y FR-3- por considerar que "la organización actual es difícilmente compatible con su marco jurídico". El CSA pide al Parlamento que se pronuncie "rápidamente" a favor o contra del plan de fusión, ya que se niega a mantener una situación en la que existen dos sociedades, pero con un presidente y directores de área -informativos, deportes y programas- comunes.El máximo responsable de las dos cadenas es Hervé Bourges, que afirma tener entre sus objetivos prioritarios "reagrupar las dos cadenas en el seno del mismo organismo, como las grandes televisiones de la Europa occidental: BBC, RAI o RTVE. La forma jurídica de la nueva entidad queda por definir y corresponde al legislador precisarla". Y eso es lo que exige el CSA: que los legisladores no se limiten a contemplar y luego a ratificar lo que, de hecho, habrá impuesto Bourges.