10.000 coches magrebíes cruzan la frontera en Irún

Unos 10.000 vehículos de emigrantes magrebíes han cruzado la frontera de Irún (Guipúzcoa) entre la mañana del viernes y la tarde de ayer para dirigirse a Algeciras y allí embarcar a sus países de origen, según fuentes aduaneras. El paso de los emigrantes produjo ayer colas de hasta siete kilómetros en la localidad fronteriza. Mientras, los atascos de la operación salida se fueron desplazando durante el día de ayer desde las salidas de las grandes capitales a la costa. Desde las tres de la tarde del viernes a las ocho de la tarde de ayer, sábado, 20 personas han muerto en 17 accidentes de tráfico.

Los vehículos con matrículas francesas, holandesas y alemanas y viajeros de origen magrebí fueron llegando a la frontera de Irún de forma escalonada durante el viernes. Sin embargo, en las primeras horas de ayer, el número de automóviles que entraron a España en dirección a Algeciras se incrementó de forma considerable y se acercó a los 10.000 en total, según fuentes adunaneras, desde la tarde del viernes. Sólo ese día, cruzaron la frontera 6.772 vehículos, según un portavoz de la Operación Paso del Estrecho citado por la agencia Efe.En cada vehículo, cargado en su parte superior con los elementos más variados -colchones, bicicletas, alfombras, ropa y alimentos-, viajaba una media de cuatro personas. Los conductores llegaban a la primera zona de información que se encuentra al entrar a España con los rostros cansados y el cuerpo entumecido, informa La mayor "parte de ellos llevaba para entonces una media de 10 horas conduciendo. En el peaje de Oyarzun de la autopista Bilbao-Behobia, un grupo de jóvenes entregaba folletos a los emigrantes magrebíes en los que figuraban un mapa marcado con las zonas de descanso que se van a encontrar en su ruta a las costas de Cádiz.

Problemas hacia Tánger

El progresivo incremento en la llegada de emigrantes a Algeciras -donde la situación ayer era de completa normalidad- comenzó a notarse sobre las cuatro de la tarde, cuando se contabilizó la entrada de 250 coches en una hora en la principal zona de preembarque.

Las salidas hacia Ceuta eran fluidas, pero los problemas se producían en el embarque hacia Tánger. Las navieras españolas Trasmediterránea e Isnasa y las marroquíes Comarit y Limadet rompieron el acuerdo que venían manteniendo en esta línea marítima. Comarit empezó a vender billetes propios, lo que impedía el normal desalojo de vehículos al tener que identificar los que tenían boletos de esa firma, informa Fernando Silva.

Mientras, a lo largo del día de ayer los atascos en las carreteras españolas se fueron desplazando desde las salidas de las grandes ciudades -con colas de hasta 25 kilómetros en la salida de Barcelona por la autopista A-7, situación que fue normalizándose pasado el mediodía- hacia las entradas a las zonas costeras y de vacaciones, donde se registraron importantes atascos.

Los accesos a las principales localidades costeras valencianas, especialmente Benidorm y Denia, y algunas zonas de la carretera Nacional III (Madrid-Valencia) fueron ayer los puntos más conflictivos de la red de carreteras del País Valenciano.

En Benidorm, la capital turística del País Valenciano, se produjeron largas retenciones en la carretera de acceso, la N-332, y en el peaje de la autopista, informa Jaime Esquembre. Fuentes de la Guardia Civil y de la Policía Local de Benidorm señalaron que la aglomeración de vehículos tuvo su punto peor entre las 12 y las 14 horas. Aunque no se pudo precisar el número exacto de coches que entraron en la ciudad a lo largo de la jornada, el des tacamento de Tráfico de la Guardia Civil calificó de "habitual" esta situación, agravada por coincidir el inicio de agosto con un fin de semana.

En Andalucía, la carretera N-340 a su paso por la Costa del Sol volvió ayer a ser el punto más conflictivo para la circulación. En la mañana de ayer llegaron a registrarse retenciones de hasta ocho kilómetros entre las localidades de Torre del Mar y Benajarafe, en el litoral oriental malagueño.

La carretera N-323 (Bailén-Motril), conocida como ruta de la muerte por su siniestralidad, sólo ha registrado una víctima mortal desde que el pasado 13 de junio Obras Públicas cambiase la señalización que limitaba la velocidad para rebajarla de 100 a 80 kilómetros por hora. En cuatro años han muerto en esa carretera más de 200 personas, lo que motivó la apertura de diligencias judiciales.