La furia y los malos
La de Amberes fue la tercera Olimpiada en la que estuvo presente el fútbol. Inglaterra fue la selección campeona en las de Londres (1908) y Estocolmo (1912), con Dinamarca como finalista en ambas. La guerra mundial impidió que llegasen a celebrarse los Juegos correspondientes a 1916. Por ese motivo, los de Amberes (Bélgica), en 1920, fueron oficialmente denominados "Juegos de la paz". En ellos debutó la selección española de fútbol, y en uno de sus partidos, el jugado con tra Suecia el 1 de septiembre de aquel año, nació la furia. La crónica de un tal "Handi cap" puede considerarse su acta de nacimiento. Así relató el momento del alumbramiento: "España, al reanudarse el partido, como obedeciendo a. una consigna, arremete en forma tan imponente que a los dos minutos logra un frekick frente a una línea lateral del área de penalty. Sabino va a ejecutar y José Mari [Belauste], situado en actitud retadora, entre suecos, en la boca de goal, grita: "Sabino, a mí el pelotón, que los arrollo". Y, efectivamente, Sabino lo envía por alto; un sueco pretende alcanzarlo, pero surge la corpulencia de Belauste con tal entrada y con tan formidable cabezazo al pelotón que éste y varios suecos ruedan dentro de la portería. Un verdadero goal hercúleo".Fue el gol del empate, y poco después Domingo Acedo obtendría el de la victoria. España venció también a Dinamarca (1-0), Italia (2-0) y Holanda (3-1), y cayó (3-1) ante Bélgica, que sería la selección campeona por incomparecencia de la otra Finalista, Checoslovaquia. Con 4 victorias y una derrota, España obtuvo la medalla de plata. A lo largo del torneo, los escasos y animosos seguidores españoles, que no contaban con un estribillo equivalente a los que coreaban los del otras selecciones, improvisaron uno compuesto por los dos apellidos más largos del combinado: Pa-ga-za-ur-tun-du-a; Belaus-te-gui-goi-tia: silabeado con ritmo de carga de la brigada ligera cuando hace huir a los malos.
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