Disminuyen los combates en Bosnia ante el alto el fuego que hoy entra en vigor auspiciado por la CE
Los combates disminuyeron ayer en Sarajevo, Gorazde y otros lugares de Bosnia-Herzegovina ante la entrada en vigor, a las seis de la tarde de hoy, del alto el fuego auspiciado por la Comunidad Europea (CE) y cuyo respeto fue calificado de "crucial" por el presidente en ejercicio de ésta, el jefe de la diplomacia británica, Douglas Hurd. Los jefes de las tres comunidades -musulmana, serbia y croa-ta- que firmaron la tregua el viernes en Londres continuaron ayer sus campañas de desprestigio al adversario, pero todos parecen tener claro que esta vez han de esforzarse por contener a sus combatientes.
"Ha llegado el momento de la verdad y la respuesta estará sobre el terreno y no en la firma al pie de un documento", declaró Hurd en una conferencia de prensa antes de abandonar Belgrado. El secretario del Foreing Office, tras permanecer un día en Sarajevo, se entrevistó con los líderes de las tres comunidades y ayer mismo con el presidente de Serbia, Slobodan Milosevic. La agencia estatal de noticias Tanjug describió esa reunión de 'Tranca por ambas partes", lo que indica, según los expertos, la tensión y la crudeza de las conversaciones. La CE considera a Milosevic un nacionalista radical, responsable en primera instancia de lo que ocurre Bosnia-Herzegovina.La pasada noche aún pudieron escucharse en Sarajevo las explosiones de los morteros y algún fuego cruzado, pero la intensidad de los combates disminuyó considerablemente. Como declaró el portavoz de Naciones Unidas Mik Magnusson, "hubo algo de ruido pero no fue una mala noche". En Croacia, en cambio, los barrios periféricos de Dubrovnik y algunas posiciones de las tropas croatas fueron bombardeados de nuevo en la tarde de ayer por las fuerzas serbias, según la agencia Hina.
Si este tregua de 14 días es respetada significará el primer paso hacia el fin de una guerra que dura ya cuatro meses y se ha cobrado 7.500 vidas. La posibilidad de una negociación pacífica comenzará entonces a hacerse realidad.
Escepticismo
Sin embargo, el escepticismo era la nota dominante. "Radovan Karadzic [líder de los serbios de Bosnia] ha hablado muchas veces de alto el fuego pero nunca lo ha respetado", declaró el presidente de Bosnia, el musulmán Alia lzetbegovic.
El avance conseguido por los rebeldes serbios en casi todos los frentes de Bosnia, tras permitir la apertura del aeropuerto de Sarajevo para que lleguen aviones con ayuda internacional, es interpretado por los expertos como la "principal razón" que tiene en la actualidad Karadzic para comprometerse a que cesen los combates.
Los serbios de Bosnia quieren el establecimiento de su propia república en la zona que se encuentra bajo su control. Hurd, de momento, se ha compronietido al reconocimiento de una Bosnia indivisible y ha insistido en que el movimiento de las fronteras actuales sólo podrá realizarse a través de la negociación.
Los cascos azules de la Fuerza de Protección de Naciones Unidad (Unprofor) y los periodistas recorrieron ayer las calles de Sarajevo sin apreciar incidente, alguno de importancia. Sin embargo, los hombres de la Unprofor saben que no pueden descuidarse, y más después de que el capitán Jean Pierre Linares y el teniente Philippe Kapo, ambos de nacionalidad francesa, perdieran la vida cuando el jeep en que viajaban pisó una mina en la ciudad croata de Zadar. El comandante adjunto de la Uriprofor, general Philippe Morillon, aseguró que se incrementarán las medidas de seguridad.
La población civil tampoco confía demasiado en que la situación mejore en Bosnia-Herzegovina. Ayer abandonó la república hacia el puerto croata de Split un convoy con 100 niños, algunos de ellos con sus madres. El terror y el dolor era lo único que marcaba sus caras. "No tenemos nada que llevarnos a la boca. Yo no necesito mucho pero mi hijo tiene que comer", decía sollozando una de ellas. La organización humanitaria Equilibrio Francés puso en marcha el convoy. El puente aéreo establecido por diversos países para entregar ayuda humanitaria a los habitantes de Sarajevo también funcionó ayer con más agilidad que otros días. Veinte aviones con más de 200 toneladas de alimentos y medicinas aterrizó en el aeropuerto de la ciudad.
En Gran Bretaña, el diario The Guardian publicó ayer un manifiesto de 60 premios Nobel en el que se pide el envío de ayuda inmediata para los refugiados bosnios y croatas y el cese de "los brutales ataques" de las fuerzas serbias.
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