Bugno: "Induráin ha ganado el Tour"
Gianni Bugno ofreció un aspecto extrañamente relajado y sonriente la mañana de ayer en Luxemburgo. No fue el semblante esperado para un hombre que, tras preparar este año única y exclusivamente la ronda francesa, acababa de ceder un porcentaje elevado de sus opciones de victoria en la contrarreloj. Sus palabras, sin embargo, mostraron cierto conformismo: "Induráin ha ganado el Tour. ¿Quién puede dudarlo? MI obligación es atacarle, pero sólo una caída o un desfallecimiento pueden apartarle del triunfo". Poco después, durante la etapa hasta Estrasburgo, atacó, aunque sin éxito.
Bugno puede perder minutos, pero no seguidores. Agobiado por los cazadores de autógrafos, el campeón del mundo incluso tuvo tiempo para bromear. Interrogado sobre cuál era el terreno más favorable para restar tiempo a Induráin, declaró entre risas: "En la contrarreloj de Tours". Luego, más en serio, efectuó una somera reflexión sobre lo sucedido el día anterior: "Sabíamos que Induráin estaba fuerte, pero no pensábamos que tanto. Yo me sentí muy mal y cuando llegué a la meta y ví el tiempo que había. hecho, quise desaparecer. Yo me encuentro bastante bien, pero él es el más fuerte. Lo de ayer fue una exhibición". Bugno adelantó unas jornadas de ataques continuados contra el líder del Banesto, aunque sin demasiada confianza en el éxito: "Por supuesto, habrá ataques a diestro y siniestro, pero va a ser muy difícil sorprenderle".
Nivel descomunal
Gian Luigi Stanga, director deportivo del Gatorade, amplió unos metros más allá el contenido admirativo del discurso de su pupilo: "Si Induráin piensa seguir al mismo nivel, nosotros podemos cerrar y marcharnos de vacaciones. Es inútil pensar en ganarle en ese caso. Nuestra esperanza está en que nos parece imposible que alguien pueda rendir a un nivel tan descomunal. No podemos abatimos por una contrarreloj. Tenemos que seguir luchando". Sobre el pobre rendimiento de Bugno, añadió: "No ha estado a su altura. Yo creo que podría haber corrido un minuto más deprisa, pero no más. Nadie podría haber ganado a Induráin. Pero Gianni sabe cómo es el Tour, es consciente de que estas cosas pasan. Él ha puesto mucho en juego este año. No puede hundirse tan pronto. Debe seguir luchando". Para Stanga, sólo hay una estrategia posible: "Hay que acosar a Induráin".
Greg LeMond, esquivo como siempre, ofreció una lectura más positiva: "El Tour no se ha terminado. El Tour no termina nunca hasta que se llega a París. Virtualmente, Induráin es el ganador, pero hay que ver ahora cómo asume la carrera. No podrá controlar a todos sus enemigos hasta el fina". El estadounidense opinó que su obligación ahora es esperar el ataque de otros hombres y reservar sus fuerzas: "Hombres como Chiappucci, Bugno o Roche no han dicho todavía su última palabra".
En tanto, José Miguel Echávarri director del Banesto, efectuó un denodado esfuerzo por espantar la euforia: "Miguel no es un extraterrestre. Lo que pasa es que se prepara mejor que nadie.Sólo eso. Lo que ha pasado es normal. Está a punto de cumplir 28 años y lleva ya ocho Tours". El día después de Induráin fue, como todo los suyos, de una normalidad exasperante. Por la mañana, su rostro no reflejó emoción alguna. Por la tarde, durante la etapa, se movió cómodo en el pelotón y solventó una escapada de Bugno y Roche: "No es la primera ni será la última que tendré que soportar". Finalmente, en la meta, dijo con calma: "Tengo que correr con la sangre fría. Escapadas como la de hoy serán continuas. Sí voy como yo quiero, cualquier esfuerzo está Justificado". Como a su director deportivo, el empleo de términos futuristas o cibernéticos para definir su gran contrarreloj le parece una exageración: "Lo de extraterrestre lo dejo para la Prensa. A mí no me va".
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