Un secretario judicial implica a una magistrada en malversar fondos del juzgado de Mollet

El secretario judicial José María Alonso afirmó ayer ante el Tribunal Superior de Justicia que compró objetos para uso particular con dinero del Ministerio de Justicia porque así se lo indicó la magistrada Paloma Sancho Mayo. Ambos están siendo juzgados por malversar caudales públicos mientras estuvieron destinados en el juzgado de Mollet.

La cantidad malversada supera apenas los dos millones de pesetas. El fiscal realizó un detallado interrogatorio sobre la lista de la compra del juzgado -vajilla, olla de presión, pinturas, etcétera- y sobre su contabilidad.El fiscal solicita seis años de cárcel y otros seis de inhabilitación para la magistrada, de 31 años, pena que eleva a 10 de prisión en el caso del funcionario. Las supuestas irregularidades, cometidas entre octubre de 1987 y finales de 1989, fueron descubiertas por un oficial interino al que le llegó una cuenta de ferretería para la que no encontró justificación cuando ambos ya no trabajaban en el juzgado de Mollet.

El secretario, José María Alonso, de 40 años, negó, a preguntas del fiscal jefe del Tribunal Superior, Carlos Jiménez Villarejo, haber adquirido objetos para su disfrute particular a cargo de la cuenta de material del juzgado. Éste fue, en opinión de la fiscalía, uno de los métodos utilizados indistintamente por la magistrada y el secretario para apropiarse del dinero público. "¿Por qué compró un corbatero?", preguntó el fiscal. "Era para mi despacho", contestó Alonso. "¿Y la plancha?". "Me la encargó doña Paloma", dijo.

También dijo que compró el ventilador a cargo del juzgado porque se lo encargó la juez. "Oiga, ¿y el rallador de cocina?", preguntó Villarejo. "No, el rallador era para mí", reconoció.

El acusado dio una justificación a los pagos hechos con dinero del juzgado: "Yo solía adelantar dinero de mi bolsillo al juzgado y después, al hacer la liquidación al ministerio, presentaba las facturas. Errores puede que hubiera, y abundantes, pero yo no me quedé con nada", afirmó.

Adicción a drogas

El interrogatorio del secretario ocupó toda la sesión de ayer y se inició con una referencia al estado psíquico del mismo. Alonso reconoció su adicción al alcohol desde los 18 años. "Luego tomé de todo: ácido, cocaína y heroína", relató. Alonso ya fue condenado por la Audiencia Provincial de Baleares por un supuesto delito de malversación de caudales públicos. A los pocos meses se reincorporé con la misma función al juzgado de Mollet.

Secretario y magistrada estaban sentados en el banquillo de los acusados del Tribunal Superior, guardando las distancias entre sí. La declaración de la juez, hija de un magistrado y actualmente suspendida de funciones, se realizará hoy.

El fiscal acusa al secretario de haberse apoderado de 1.350.000 pesetas de la cuenta de consignaciones y también al abonar indemnizaciones en los juicios de faltas. El abogado defensor de la magistrada solicitó, como cuestión previa al iniciarse el juicio, que se anulara la prueba de la intervención en el teléfono del secretario por vulnerar el derecho fundamental a la intimidad. Con ello se refería, aunque sin nombrarlo, al reciente auto del Tribunal Supremo que invalidó las escuchas del llamado caso Naseiro.