Las elecciones a gobernadores perfilarán el curso del proceso de cambio en México

El proyecto de cambio introducido en México por el presidente, Carlos Salinas de Gortari, será sometido a examen de la ciudadanía en el curso de una cadena de elecciones a gobernadores, que se inicia el 12 de julio en los Estados de Michoacán y Chihuahua, y que afectará a 15 Estados hasta el mes de abril del año que viene.

Mal lo tiene la Administración de Salinas en este primer tramo de prueba electoral. Michoacán, la tierra natal del general Lázaro Cárdenas, es el feudo del Partido de la Revolución Democrática (PRD), y es allí donde este partido, fruto de una escisión del Partido Revolucionario Institucional (PRI) hoy en el poder, ha volcado todos sus esfuerzos.El PRD ya da por ganadas las elecciones en este Estado. Un reciente informe del Consejo Coordinador Empresarial, la cúpula de la patronal mexicana, acaba de advertir que el conflicto es irremediable, tanto si ese partido triunfa y no se le reconoce la victoria, como si pierde e insiste en declararse vencedor.

Cuatro años después de que Salinas accediera al poder, en unas elecciones que se interpretaron como fraudulentas, la polarización entre el PRI y el PRD va creciendo. Cuauhtémoc Cárdenas, el líder del PRD, no le perdona a Salinas que la maquinaria electoral entonces en manos del PRI -y que sigue siéndolo-, aupara al poder al actual presidente con el 51% de los votos, mientras que a su oponente le adjudicó sólo el 31%. "Se hincharon los votos de Salinas y se redujeron los de Cárdenas", recuerda un portavoz del PRD.

Cárdenas presenta en Michoacán a uno de los hombres de su máxima confianza: el abogado Cristóbal Arias, de 37 años, muy vinculado a los sectores agrarios, y procedente, al igual que los actuales cuadros del PRD, de la disidencia del PRI. Arias se enfrenta a un candidato atípico y de biografía radicalmente opuesta a los actuales políticos profesionales del oficialismo mexicano: Eduardo Villaseñor.

Éste, de 47 años y con sólo estudios medios, procede de los sectores populares del PRI. Al contrario que muchos de sus correligionarios de partido, no es un hombre propenso a las ambiciones políticas, la corrupción o el enriquecimiento personal por medio de los cargos públicos.

Ofensiva del PAN

Si Michoacán es el Estado de la familia Cárdenas, Chihuahua es él de Luis Héctor Álvarez, presidente del derechista Partido de Acción Nacional (PAN). Esta fuerza política, al igual que el PRD en Michoacán, parte como favorita de las elecciones del 12 de julio. Como candidato presenta al contador público Francisco Barrio, quien, en una campaña electoral de cuatro meses y medio, ha tratado de ganarse el voto campesino.Barrio, de 41 años, y ex alcalde de Ciudad Juárez, representa a un partido derechista, arrimado a la Iglesia y vinculado al empresariado tradicional. Se tendrá que medir con otro contador público y también ex alcalde de Ciudad Juárez, el candidato del PRI, José de Jesús Macías, de 43 años, con una biografía política reducida al ámbito local.

El candidato del PRI se enfrenta a un electorado que tradicionalmente depara sorpresas. El PAN, frente al habitual y apañado triunfo del PRI en este Estado en los últimos 63 años, ganó las elecciones de 1983 y 1986 en varios municipios, que suman el 64% de la población del Estado.

Todo esto ha llevado al PAN a anunciar que "nadie ni nada" le va a arrebatar el triunfo, en clara alusión a un posible fraude por parte del PRI. El PAN ganaría así un tercer puesto de gobernador, además de los de Baja California Norte y Guanajuato.