3.000 minusválidos recuerdan que persisten las barreras

Unos 3.000 minusválidos protestaron ayer por la falta de aplicación, tras 10 años de su entrada en vigor, de la Ley de Integración Social de los Minusválidos (LISMI). La primera asamblea de la Confederación Coordinadora Estatal de Minusválidos Físicos de España (COCEMFE) contó también con la asistencia de los secretarios de UGT, Nicolás Redondo, y de CC OO, Antonio Gutiérrez. Acudieron a la reunión discapacitados físicos procedentes de toda España, con el propósito de llamar la atención a la opinión pública acerca de la situación de marginación social en el que se encuentra este colectivo, según aseguró a Europa Press su presidente, José Luis Villanueva. "No se nos permite ser iguales al resto de los ciudadanos, no se nos permite nuestra integración", denunció el presidente de la COCEMFE, que abogó por la desaparición de las estructuras arquitectónicas, económicas, culturales y laborales, que impiden la inserción social de un colectivo de discapacitados físicos que cifró en 500.000 personas. En la asamblea, que se celebró en el pabellón (le la Ciudad Deportiva del Real Madrid, los máximos líderes sindicales defendieron la desaparición de las citadas barreras y denunciaron el incumplimiento de la LISMI en un 80%. Redondo insistió en que todos, independientemente de su condición, son iguales ante la ley, y que el Gobierno, debe conseguir la integración social de los minusválidos. Calificó de "perversión e insolaridad" el que después de 10 años de gobierno socialista tengan que exigirse prestaciones para este colectivo. Mientras, Antonio Gutiérrez insistió: 'Tos sindicatos no pedimos limosnas ni subsidios para mantenernos en la marginación, sino la inserción social de los minusválidos".