La confusión como denominador común
Los mercados de valores se han empeñado en hacer de la confusión su moneda de cambio habitual. En la Bolsa de Tokio los altibajos se suceden día a día provocando desánimo y expectativas a partes iguales, pero sin desvelar el fondo de la crisis ni sus posibles consecuencias.La Bolsa japonesa recuperó 190 yenes en un movimiento que se ha calificado de psicológico, ya que los inversores se dedicaron a hacer aquello que veían hacer a otros simplemente para no estar fuera de la corriente principal.
Las bolsas europeas continúan bajo el síndrome de la desunión pues, sin haberse recuperado todavía del revés de la negativa danesa, se enfrentan ahora al referéndum francés, cuyo resultado sí será vinculante para el futuro global de la Comunidad Europea.
La Bolsa de París bajó casi 20 puntos, un 0,98%, ante la ausencia de compradores, mientras que Londres pierde un 0,39% ante la falta de noticias que pudieran forzar la dirección del mercado en uno u otro sentido, al tiempo que en Alemania se vivía una sesión sin estímulos que llevaba al índice Dax de la Bolsa de Francfort a bajar un 0,16%.
Wall Street acentuó sus dudas de la sesión anterior sobre los datos económicos que se conocerán en estos días. Su índice Dow Jones bajó 32,21 puntos, lo que le sitúa en el 3.369,92, un nivel que confirma la fuerza que tiene la resistencia del 3.400.
Los inversores norteamericanos se muestran excesivamente cautelosos ante la próxima publicación de cifras sobre inflación y ventas al por menor, lo que no impide el mantenimiento de la rotación del dinero. Esta vez bajaban los valores líderes mientras que el resto del mercado se orientaba muy claramente al alza.
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