San Fortunato reunió a 5.000 personas

San Fortunato es el más madrugador de los santos de Leganés (localidad de 171.000 habitantes, al sur de la capital). También es el patrono de La Fortuna y el único con romería de la localidad. Ayer, más de 5.000 personas se sumaron a esta fiesta que hace cuatro años se trasladó de la finca de Piqueñas al parque regional de Butarque. El mal tiempo hizo que acudiera menos gente que otros años.San Fortunato no es precisamente un santo con tradición en el municipio. El obispo beatificado fue elegido por su nombre más que por devoción cristiana. Había que buscar un patrono para este barrio de Leganés que nació por el impulso de un ciudadano portugués a principios de los sesenta mirando más a Madrid que a la localidad a la que pertenece. Primero fueron casas bajas para los emigrantes que iban "a currar" a la capital y traperos y chatarreros "expropiados" de Madrid. Más tarde fueron construyéndose bloques de pisos para familias poco pudientes. Ahora La Fortuna es un barrio de 15.000 habitantes que linda con la M-40, alejado del casco urbano de Leganés y que casi roza las vallas del aeródromo de Cuatro Vientos. Son estas peculiares características las que han dotado de cualidades propias a la romería, que se celebra "como las de cualquier pueblo de Extremadura o Andalucía".

El cortejo

Ayer, a eso de las once de la mañana, la imagen del santo era transportada hasta un improvisado altar-escenario en medio del parque. Le acompañaba un abigarrado cortejo que componían majorettes (bastoneras), jóvenes vestidos de faralaes, vecinos con traje de domingo y muchas tarteras. Para que no faltase nada, hubo hasta una docena de caballos y un coche engalanado que hizo las delicias del personal.

Durante toda la mañana se produjo un continuo trasiego desde el parque, que discurre paralelo al cauce del arroyo Butarque, hasta La Fortuna para traer las viandas. Desde el bocata y la consabida tortilla hasta las tarteras con ensalada, pimientos fritos y chuletas de cerdo empanadas. Para los sibaritas, barbacoa; y los olvidadizos hubieron de conformarse con "el arroz con pollo".

Según el concejal de La Fortuna Manuel Muñoz Cejudo, la romería quedó "un tanto deslucida" por el fuerte viento que soplaba ayer en la zona. Las ráfagas de aire afectaron negativamente a los 32 pescadores que participaban en una exhibición en la laguna del parque. Los peces picaron poco y el que más piezas cobró no superó la docena. "Son más listos que nosotros", manifestaba uno de los participantes. No es extraño, porque las piezas cobradas son devueltas cada vez, después del recuento y el pesaje, a la laguna. Una carpa de tres kilos fue la captura mayor de la jornada.

Después de una misa rociera, este año no hubo siesta. Los vecinos de La Fortuna recogieron rápidamente los utensilios de la comida porque el cielo amenazaba tormenta.