Havel pide el voto para los partidarios de la unidad de Checoslovaquia
ENVIADO ESPECIALEl presidente de Checoslovaquia, Václav Havel, pidió ayer abiertamente el voto para las fuerzas políticas que son favorables a la supervivencia del Estado, que rechazan el separatismo y defienden una reforma radical de la economía. En un discurso dramático Havel advirtió del peligro que supone la secesión, "dado el papel geoestratégico de Checoslovaquia".
La república checa de Bohemia y Moravia afronta las elecciones del viernes y sábado próximos con el temor a un fraccionamiento político total en los parlamentos checo, eslovaco y federal y la certeza de todos los partidos políticos checos de que la unidad estatal checoslovaca, cuestionada por Eslovaquia, no merece una defensa a toda costa.
Entre los partidos checos, muchos de ellos más o menos abiertamente centralistas, cunde el temor a que una victoria en Eslovaquia de las fuerzas de la izquierda, populista o no, convierta a la próspera república occidental en rehén de los afanes intervencionistas de los vencedores en la república oriental.
La declaración del domingo del Congreso de Intelectuales Eslovacos, que contenía un llamamiento a la plena independencia de la república y a la ruptura de todos los vínculos institucionales con Praga, no hizo sino aumentar la certeza de que el Estado está ante una encrucijada de vital importancia.
La derecha checa, liderada por el ministro de finanzas, Vaclav Klaus, está decidida a proseguir con su política ultraliberal aún a costa de dar por liquidada la unidad estatal, y en Praga se ha extendido la actitud de considerar la independencia de Eslovaquia como un mal que los habitantes de esta república se infligirían a sí mismos. Nadie en Bohemia y Moravia va a disparar un solo tiro para defender la unidad checoslovaca.
El miedo a una situación polaca, con un sinfin de partidos con una representación entre el 5% y el 10% de los votos y una inestabilidad endémica, domina el ambiente político checo, dada la insistencia de los sondeos en indicar un fuerte fraccionamiento del voto.
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