El Banco de España abre una investigación al Banco Ibercorp por irregularidades en algunos créditos
El Banco Ibercorp participó en el mantenimiento del valor de las acciones de Sistemas Financieros (SF), con créditos concedidos a personas y sociedades interpuestas de sus principales accionistas, por un valor cercano a los 400 millones de pesetas, en cuya documentación figuran fines diferentes a los obtenidos. La inspección del Banco de España estudia la apertura de un expediente sancionador a su presidente, Jaime Soto, y a otros responsables del banco por estas actuaciones, que se consideran irregulares.
Los diversos frentes por los que discurre la investigación del caso Ibercorp siguen aportando nuevas actuaciones presuntamente irregulares de las diversas sociedades del grupo. Los trabajos que vienen realizando los tres interventores judiciales -dos del Fondo de Garantía de Depósitos y uno de Caja Cantabria- y los dos inspectores del Banco de España que todavía permanecen en el Banco Ibercorp, han desvelado que el banco también participó en las operaciones de mantenimiento de la cotización de SF, en la etapa sometida al control de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).Fuentes de la investigación informaron a este periódico que tras un estudio sobre la calidad del activo del banco se han detectado al menos 400 millones de pesetas en créditos concedidos por el Banco Ibercorp cuyo destino final no se ajustaba a la propuesta inicial. Estos préstamos fueron concedidos a particulares y sociedades instrumentales vinculadas a los tres principales accionistas de la entidad -Manuel de la Concha, Jaime Soto y Benito Tamayo-, y fueron destinados a comprar acciones de SF y mantener su cotización mientras se producía la venta masiva de acciones de la sociedad, a cuenta de su autocartera.Estas operaciones han causado la apertura de doce expedientes sancionadores por parte de la CNMV.
Además, en la documentacíón obligatoria para conceder esos préstamos se citaban fines muy diferentes a los citados y que la mayoría de éstos créditos no contaban con las garantías suficientes, a juicio de los tres interventores que instruyen el caso.
Ante este nuevo descubrimiento, el Banco de España estudia, a instancias de sus inspectores Pedro Luis Rubio y José Antonio Granda, la apertura de un expediente sancionador al presidente del banco, Jaime Soto y posiblemente a otros altos ejecutivos de la entidad. La alta dirección del banco emisor -incluido el gobernador, Mariano Rubio-, tuvo conocimiento de estos hechos a finales de abril, semanas después de que la entidad financiera presentara su expediente de suspensión de pagos. Estos 400 millones se acumulan al paquete de créditos considerados por los interventores judiciales como de dudoso cobro e insuficientes garantías -unos 1.500 millones de pesetas- y sobre los que Caja Cantabria negocia con De la Concha, Soto y Tamayo su afianzamiento, como condición previa para la compra del banco. Hasta la fecha, los tres principales accionistas del grupo ya han presentado garantías por un valor cercano a 1.500 millones de pesetas, mediante propiedades inmobiliarias -edificios, solares y naves- que pertenecen algunas de sus sociedades patrimoniales.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.