Emilio no pudo resistir el vendaval de Agassi

ENVIADO ESPECIAL, André Agassi, de 22 años, concluyó ayer su victoria sobre Emilio Sánchez Vicario (6-1, 6-3 y 7-5) y se clasificó para los cuartos de final de Roland Garros. Conchita Martínez, de 20, se unió a Arantxa en los cuartos de final tras ganar a Leila Meskhi (Georgia, 20ª de la WTA), por 6-4 y 7-5. Pete Sampras (EE UU), Jennifer Capriati (EE UU) y Manon Bollegraf (Holanda) pasaron a la siguiente ronda. En París, al tenis español sólo le quedan Arantxa Sánchez, que se enfrentará a Bollegraf (57% y Conchita Martínez, que jugará ante Gabriela Sabatini (4ª).

Andrés Gimeno, el último campeón español en Roland Garros, se llevó una sorpresa el domingo por la tarde, cuando vió a Emilio en el vestuario. El mayor de los Sánchez acababa de salir de la pista central, con dos mangas abajo y 1-1 en la tercera. Pero seguía confiando en ganar al estadounidense Andre Agassi."Me impresionó", confesó Gimeno. "Todos sabíamos que el partido estaba muy cuesta arriba. Pero, él seguía convencido de sus posibilidades de levantar el encuentro. Demostró ser un profesional muy entero. En el tenis uno no debe darse nunca por vencido hasta que ha perdido el último punto. Y eso, Emilio lo tiene muy claro", dijo Gimeno.

Sólamente gracias a esa mentalidad, Emilio Sánchez ha conseguido mantenerse tantos años entre los 20 primeros jugadores del mundo y meterse en los diez primeros. Es su fuerza. Con una mentalidad como la suya, Sergi Bruguera o la misma Conchita Martínez tendrían fácil convertirse en números uno del mundo. Pero ellos sólo tienen sus golpes, su extraordinaria técnica. Justo lo que le falta a Emilio.

Mentalmente, Emilio salió ayer a la central dispuesto a dar batalla a Agassi. "En la primera reanudación del partido, me di cuenta de que podía hacer algo. Después, me fui a casa sabiendo que lo tenía difícil. Pero, siempre queda la esperanza de arañarle una manga y de cambiar el signo del partido", confesó el español. Era difícil y Emilio lo sabía: carecía de armas para frenar el vendaval.

Entrega a fondo

"Su única posibilidad es que Agassi no juegue al mismo nivel que ayer", comentó Pato Álvarez momentos antes del encuentro. "Emilio debería intentar atacar más, dar más velocidad a la bola. Pero si lo hace arriesga mucho. Por lo tanto, intentará moverle y desequilibrarle". Lo hizo. Se entregó a fondo, corrió como una flecha en busca de las endiabladas bolas que le mandaba Agassi, y logró ir por delante en el tanteador, con 3-2 y servicio. "Hice un esfuerzo tan grande que después no me quedaron fuerzas para defender mi saque", dijo Emilio. Agassi, que este año ha ganado un solo torneo, acabó el partido de forma impecable, sin fisuras, invirtiendo 56 minutos en concluir la manga que le faltaba: 7-5.

"Le veo mucho mejor que en Indian Wells, donde le gané", explicó Emilio. "Ha perdido bastante peso y está mucho más rápido de piernas y de reflejos. Si mantiene este nivel puede llegar muy lejos". Agassi debería superar a Sampras y a Courier para llegar a la final.

Emilio Sánchez les pasó ayer el testigo a Arantxa y a Conchita Martínez. Ahora, ellas dos son la única representación española en el torneo. Una situación que se ha repetido en los últimos años. Ayer, Conchita concluyó, en 7 minutos, su triunfo sobre la georgiana Leila Meskhi, por 6-4 y 7-5. "Estoy contenta porque no he sentido molestias en el brazo derecho", señaló, tras ganar el doble con Arantxa y acceder a octavos. En cuartos se medirá a Gabriela Sabatini. Arantxa lo tendrá más fácil frente a Bollegraf. Pero, a las dos les hará falta una mentalidad tan fuerte como la de Emilio para seguir adelante.