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Connors pierde ante Stich, tras cinco mangas

Jimmy Connors, a cuatro meses de los 40 años, levantó la pista central en su debú en Roland Garros, pero perdió frente a Michael Stich (Alemania, 5º de la ATP), por 5-7, 3-6, 6-7 (4-7), 6-1, 6-2, tras 3 horas y 52 minutos. Arantxa Sánchez pasó a la tercera ronda, venciendo a Emmanuela Zardo (Suiza, 38ª del mundo), por 6-3, 6-2, en 1 hora y 31 minutos. Marcos Górriz y Germán López ganaron su primer partido en París. Emilio Sánchez vio suspendido su partido con 6-3, 6-5 y servicio para Masur (Australia, 68º), y Costa ni siquiera entró en pista. La mayoría de los favoritos avanzaron, pero Guy Forget (Francia, 6º cabeza de serie) perdió ante Bart Wuyts, 97º, en tres mangas.

Probablemente, Michael Stich, de 23 años, no había tenido nunca una sensación tan extraña como la de ayer en su cabeza. Saltó a la pista central de Roland Garros como favorito en su partido ante una de las últimas leyendas que siguen vivas en el circuito profesional de tenis, Jimmy Connors, y se encontró absolutamente solo y desamparado contra todos."Resulta dificil jugar contra Connors. Estás ante 15.000 personas que esperan que pierdas", comentó el actual campeón de Wimbledon. Ese sentimiento no pudo olvidarlo durante las casi cuatro horas en que se mantuvo en pista. Y si alguna vez lograba aparcarlo, los 17.000 espectadores que llenaban la central se lo recordaban de nuevo, con sus constantes gritos de ¡Jimbo, Jimbo¡, con sus aplausos en cada punto del americano, y con la pasión que transmitían cuando ganaba un juego o afrontaba una bola de set a favor o en contra.

En la mente de todos, estaba todavía el recuerdo de aquel Jimbo que el año pasado, aquí mismo, se fue de la pista ayudado por el médico del torneo, sin apenas poder moverse, con lumbalgia, hecho polvo, pero arrancando un aplauso que jamás se había oído en Roland Garros. El público supo apreciar su orgullo, su pundonor, por negarse a salir derrotado. Perdió, pero abandonó su encuentro contra Chang, con 15-0 a su favor en la quinta manga. Después, la historia se repetiría en Wimbledon, donde pasó también dos rondas, y en el Open de Estados Unidos, donde alcanzó las semifinales, ante el delirio general.

De nuevo la llama

Ayer, en París, Jimbo volvió a reavivar la llama. Perdió la primera manga, pero ganó las dos siguientes, salvando dos bolas de set en el décimo juego del tercero. Después, se tomó un merecido descanso, del que ya no pudo recuperarse. "Al final del tercer set, creí que podía dejar escapar el cuarto para afrontar el quinto en mejores condiciones", dijo. Pero no lo logró.

Connors no se rinde, como ayer hizo McEnroe al asegurar que el año que viene ya no estará en el tenis profesional. Él dice que aún le quedan años, entre otras cosas, porque no ve a nadie capaz de coger el relevo. "Sólo McEnroe es capaz de despertar estos sentimientos. Yo no veo reacciones como las de hoy, cuando juegan los mejores del mundo. Ahora la gente se preocupa mucho de ganar dinero rápidamente y olvida otros aspectos importantes".

Tal vez, este testigo podría cogerlo Arantxa si fuera hombre en vez de mujer. La española tiene algunas de las características de Jimbo, salvando ciertas distancias de su juego.

Curiosamente, Arantxa, como Connors, se motiva a sí misma gritándose: "¡Vamos, vamos!". Los dos tienen una garra increíble y no se rinden jamás. En un aspecto, Arantxa le lleva ventaja. A los 20 años, Jimbo acababa de entrar en el circuito profesional y tardaría todavía dos en ganar sus primeros Grand Slam. Arantxa ya tiene uno: Roland Garros.

Ayer, frente a Emmanuela Zardo, la menor de los Sánchez Vicario precisó de todas estas virtudes para superar las dificultades iniciales que encontró en su partido. En algún momento, el fantasma de su derrota ante Mercedes Paz en la segunda ronda de 1990 recorrió la central. Pero, ahora, Arantxa está a otro nivel y ha alejado ya todas sus dudas. "Aquello no puede repetirse. Soy una tenista mucho más completa y tengo más recursos, para salvar momentos comprometidos", explicó.

Arantxa, como Connors, no piensa en perder. Su mente corre a velocidad de vértigo y no para hasta las últimas rondas. Aquí, los problemas importantes podrían comenzar para ella en las semifinales, cuando teóricamente choque contra Graf.

"No fue un partido fácil y me costó un poco entrar en él. Al principio nos rompimos el servicio varias veces, pero después empecé a jugar bien y se acabaron las complicaciones", explicó la tenista española.

Arantxa invirtió una hora y 31 minutos en este encuentro. La primera manga duró más que todo su partido de la primera ronda contra Katia Oeljeklaus. Pero nada la inmutó.

Otros resultados: Masculinos (primera ronda) M. Washington (EE UU) a F. Roig (España) 6-3, 7-6 (7-4), 4-6, 6-2; G. López (España) a T. Carbonell (España) 0-6, 6-3, 6-4, 6-0; M. Górriz (España) a O. Camorese (Italia) 3-6, 6-4, 6-4, 6-4; 2ª ronda) M. Chang (EE UU, ) a P. Haarhuis (Holanda) 6-4, 6-3, 6-3; B. Wuytts (Bélgica) a G. Forget (Francia, 6) 6-3, 6-3, 6-3.

"Masur debe fallar más"

Pato Álvarez, el entrenador de Emilio Sánchez Vicario, comentó ayer que si Masur "sigue jugando así, no creo que tengamos muchas posibilidades". El técnico colombiano hacía referencia a la dificil situación que debe resolver hoy Emilio Sánchez, que ayer dejó su partido suspendido ante el australiano, con 6-3, 6-5 en contra y servicio de su rival.

"Mejor que apareciera la lluvia, porque Emilio no estaba jugando muy bien", añadió Pato. "Comenzó muy confiado y apático y se encontró con que Masur jugaba mejor de lo que esperábamos. No cometió errores. Esperemos que en la reanudación falle más bolas".

Ayer, Marcos Górriz y Germán López accedieron a la segunda ronda y pasaron, gracias a ello, uno de los momentos más felices de su vida, según propias declaraciones. "En España, si no has hecho nada a los 22 años, ya te entierran. Por eso siento una gran satisfacción", señaló Górriz, de 28.

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