El fiscal solicita dos meses de cárcel por conducir ebrio un autobús

El fiscal pide dos meses de cárcel y dos años sin permiso de circulación para un conductor de la Empresa Municipal de Transportes (EMT) que se llevó por delante con su autobús a 14 coches, atropelló a dos peatones e hirió a cuatro transeúntes en la calle de Monforte de Lemos. Lo acusa de un delito de imprudencia temeraria y de otro contra la seguridad del tráfico.

Los hechos que llevan al banquillo a Eduardo R. G. P. acaecieron el 13 de marzo de 1989. En el momento del accidente, sobre las nueve de la noche, sólo viajaba un usuario en el autobús de la línea 128. El vehículo se detuvo en un semáforo ubicado a la altura del centro comercial Madrid 2, en la calle de Monforte de Lemos. Instantes después, el autobús salió disparado llevándose por delante a 14 vehículos y seis personas. Entre los heridos había un niño de nueve años, Eloy G. M., que fue asistido en el hospital La Paz. Algunos de los heridos estaban dentro de los coches, estacionados en segunda fila, que arrastró el autobús.

Según el fiscal, Eduardo R. G. había bebido: la prueba de la alcoholemia practicada por la Policía Municipal detectó 1,8 gramos de alcohol en cada 1.000 centímetros cúbicos de su sangre.

El conductor asegura que no iba ebrio y que estaba "en plenas facultades psíquicas y físicas". Dice que sólo comió un bocadillo y bebió dos cañas de vino; "lo normal de todos los días". Y añade: "Al llegar al semáforo, levanté el pie del pedal del acelerador y éste quedó atascado".

El fiscal quiere que el conductor, o en su defecto la compañía de seguros, resarza los más de cinco millones de pesetas que ha supuesto la reparación de los 14 coches. El abogado pide la absolución. La celebración del juicio está prevista en estos días. Más de una docena de personas están citadas como testigos.