Sartorius consolida la corriente Nueva Izquierda con el apoyo del 40% de los delegadosAnguita clausura la asamblea de Izquierda Unida admitiendo que hay dos proyectos enfrentados

ANABEL DIEZ JUAN G. IBÁÑEZ Julio Anguita reconoció ayer que de la III Asamblea Federal de IU salen "dos concepciones diferentes de IU, dos proyectos", con estrategias divergentes: el que él mismo representa, que obtuvo el respaldo del 60% de los delegados, y el que encabeza Nicolás Sartorius, apoyado por el 40% de los compromisarios. Anguita fue elegido coordinador general por el consejo político de IU -con la inhibición de los renovadores-, constituido sólo al 50%, ya que el resto de sus integrantes serán elegidos próximamente por las federaciones regionales. La elección de Anguita se encuentra, por tanto, pendiente de ratificación.

Los resultados de la votación para elegir al nuevo líder de la coalición fueron, sorprendentes. En anteriores asambleas Anguita había conseguido el liderazgo por aclamación.En esta ocasión sólo contó con los votos de sus seguidores, principalmente comunistas, militantes de Izquierda Republicana y algunos independientes. La clausura de la III Asamblea confirmó la división de IU en prácticamente dos mitades. El propio Anguita en su discurso final constató que: "De aquí salen dos proyectos", con divergencias estratégicas.

Los debates y las conclusiones de la III Asamblea Federal de IU, realizados con la máxima transparencia informativa, han dejado sin resolver muchas de las divergencias surgidas en el último año. Por falta de acuerdo fue retirado del debate el proyecto organizativo; tampoco se aprobó el programa electoral y, por último, los seguidores de Anguita pospusieron la elección del candidato a la presidencia del Gobierno para preservar a su líder de una votación de castigo. Un temor muy fundado por cuanto en la elección del coordinador general Anguita sólo contó con el apoyo de sus seguidores dado que los renovadores rechazaron participar en la votación.

La elección del Consejo Federal fue precedido de uno de los actos más esperados de la Asamblea: los discursos de Sartorius y Anguita, por este orden, en defensa de sus respectivas candidaturas para el Consejo Federal.

Sartorius dejó clara su profunda discrepancia con algunos de los acuerdos tomados por la Asamblea. En primer lugar, el hecho de que IU tenga que registrarse como federación y a continuación destacó, en tono de reproche, la rectificación del sí crítico a la unión europea diseñada en Maastricht.

Con la misma claridad anunció que seguirá defendiendo sus tesis, dentro y fuera de IU, y que se esforzará porque la corriente minoritaria que ahora encabeza, Nueva Izquierda, logre convertirse en mayoritaria.

Sartorius, que expresó su acatamiento a los acuerdos democráticos adoptados por la asamblea, resaltó que el objetivo de IU debe ser "romper cualitativamente la mayoría electoral del PSOE" para lo que no bastaría con conseguir unos cuantos diputados más en el Congreso. "Por eso tenemos que ofrecer a la sociedad, a los trabajadores, un proyecto y un instrumento político nuevo, con identidad propia, y alejarnos de refundaciones".

Una alusión esta última al riesgo, que según él existe, de convertir a IU en un Partido Comunista refundado. Militante comunista, durante 30 años, Sartorius exclamó que al día de hoy sólo tiene una identidad: la de Izquierda Unida, sin que ello suponga arrepentirse en absoluto de su pasado. Anguita, nada más escuchar a Sartorius, constató la existencia de dos concepciones en IU y reivindicó por su lado una voluntad firme de construir otro mundo distinto. "Yo no asumo el sistema capitalista, ni siquiera con un sí crítico", advirtió.

Nada nuevo en Europa

Su intervención se desarrolló en medio de continuas réplicas explícitas e implícitas al discurso de Sartorius. Frente a la pretensión de Nicolás Sartorius de erigirse en representante de una nueva izquierda -nombre de su corriente de opinión- Anguita apeló aque no hay nada en Europa "más nuevo que lo que ha elaborado Izquierda Unida".

Respecto a la construcción europea se interrogó sobre por qué sólo ayuda a la unión europea quien vota afirmativamente a los acuerdos de Maastricht. Éste aclaró que su actitud no es de rechazo absoluto sino de abstención.

Anguita clausuró la asamblea con un ánimo un tanto apagado y en un clima de cierta tensión emocional. Sus seguidores abuchearon la inhibición de los renovadores en la votación de Anguita como coordinador general mientras Sartorius, Cristina Almeida y otros renovadores soportaban en silencio las protestas. Al final, los renovadores comentaban que la mayoría ha actuado "como un rodillo".