Los renovadores de IU reprochan al PCE que se haya movilizado contra ellos como en una "santa cruzada"

Los partidarios de convertir a Izquierda Unida en un partido político con soberanía plena, europeísta e identificado con el socialismo democrático, reprochan al PCE que se haya movilizado contra ellos "como si se tratara de realizar una santa cruzada contra unos rivales peligrosos". A juicio de este sector, agrupado en un colectivo denominado Nueva Izquierda, el debate previo a la III Asamblea Federal de IU, que comienza mañana, ha estado desvirtuado por la preeminencia de las consignas, descalificaciones y, acusaciones que han dejado, agregan, escaso hueco para el razonamiento.

La asamblea federal de IU corre el riesgo de afianzar la división entre los comunistas y los partidarlos de una "nueva izquierda". La decisión de estos últimos de presentar una cándidatura al Consejo Político, máximo órgano elegido por la asamblea, implica que la candidatura encabezada por Julio Anguíta no contará con el respaldo, y mucho menos la aclamación, de otras asambleas.Sólo una aproximación durante las sesiones de este fin de semana -en los últimos días no ha habido negociación alguna entre los sectores enfrentadosllevaría a los "renovadores" a desistir a última hora de presentar una alternativa propia. Este sector, que espera contar con el 30% de los compromisarios frente al 70% que apoya a Anguita, se opone rotundamente a participar en una "refundación comunista".

En un informe que resume los planteamientos, de la plataforma Nueva Izquierda, integrada por los críticos del PCE, el Pasoc y un amplio colectivo de independientes, este sector reprocha al Partido Comunista que haya recurrido a argumentos simples y defensivos. El principal de los cuales ha sido, según los renovadores, el defender una federación de partidos para garantizar así la supervivencia del PCE.

Las críticas se dirigen incluso, y de forma muy dura, hacia Anguita. Los promotores de Nueva Izquierda, señalan que "ha jugado un papel determinante la figura de Anguita, mayor del que algunos esperábamos, creyéndonos que se habían superado las etapas de culto al personalismo que primaron las políticas de los partidos comunistas". Más gráfico y lapidarío aún, Pablo Castellano, dirigente del Pasoc, ironizaba ayer en los pasillos del Congreso acerca de que "el incendiario no se puede presentar ahora como borribero", es decir, como salvador de una crisis que Anguita abrió al dimitir como coordinador general de IU.

Aunque dentro del PCE existen diferentes opiniones sobre el futuro de IU, los impulsores de la conversión de esta coalición en un partido advierten que han prevalecido en el PCE las actitudes más duras.

La ordenación de las enmiendas aprobadas a instancias del PCE sobre los documentos políticos que serán debatidos en la asamblea federal, incluyen el cuestionamiento de aspectos de la Constitución y de la unión europea. Así, en una de las modificaciones aprobadas por IU de Madrid se afirma que "en España no existe la soberanía popular ni en las elecciones", según uno de los encargados de estudiar las propuestas sobre los textos oficiales.

Representantes de Asturias, Aragón, Castilla-La Mancha y Navarra, entre otros, defenderán en los debates de este fin de semana la supresión de las referencias al socialismo democrático. Compromisarlos de Baleares acuden con el mandato de eliminar del documento político todas las alusiones a una "nueva izquierda".

Delegados de IU de Francia han remitido una resolución en la que proclaman que la construcción europea acordada en Maastricht "se fundamenta en los intereses del capitalismo", lo que es compartido por numerosas organizaciones territoriales.

Nicolás Sartorius, Cristina Almeida, Alonso Puerta, Pablo Castellano y Diego López Garrido, entre otros integrantes de Nueva Izquierda, acuden a la asamblea de mafiana con varios propósitos muy claros. En primer lugar, apostar por la plena integración de España en la Unión Europea, "sin ambigüedades, en el desarrollo de los acuerdos de Maastricht, desde la crítica más severa a sus deficiencias, pero desde la reafirmación de los aspectos positivos del proceso". En segundo lugar, avanzar hacia la constitución de IU como una organización soberana jurídica y políticamente, sin partidos políticos que predeterminen sus decisiones.

Los defensores de este proyecto temen que el PCE prefiera mantener relaciones internacionales con los reductos comunistas franceses y portugueses.

En su programa de renovación de IU, los críticos proponen ningún cargo electo permanezca más de tres mandatos en su puesto, así como un riguroso sistema de incompatibilidades que impediría, por ejemplo, que Anguita simultaneara el cargo de coordinador general, si fuera reelegido, y de presidente del grupo parlamentario de IU.