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Humos en el tendedero

200 vecinos llevan 17 años denunciando las molestias de un garaje de autobuses

Un garaje de lavado y engrase de autobuses rompe el sueño de 200 vecinos de Arganzuela desde hace 17 años. La empresa ocupa una nave industrial situada en el patio de sus viviendas. En 1975, los habitantes del número 30 de Jaime el Conquistador presentaron la primera queja de lo que luego sena un rosano ante el Ayuntamiento por los ruidos, humos y vibraciones de los autobuses en plena noche. El conflicto aún persiste.

El garaje de la empresa García Tejedor ocupa una antigua nave en el patio de las viviendas que dan a Jaime el Conquistador, Divino Vallés y Eugenio Selles. Numerosos vecinos se quejan del olor que coge la ropa tendida, las vibraciones, el humo y los ruidos que producen los autobuses. Aunque también hay quienes aseguran que el garaje no les causa molestias.

Jacinta Labrador, una de las vecinas, es, desde hace años, la principal promotora de todas las protestas. Antes le precedieron otras personas. "A las cinco de la mañana comienzan a arrancar los autocares, el humo y los gases salen por una chimenea y llegan a nuestras casas, a eso hay que sumarle los ruidos y las vibraciones", comenta.

Emilio Fernández también habita en un primer piso, en el número 27 de Divino Vallés. "Hay madrugadas de verano que tienes que levantarte a cerrar la ventana porque no puedes dormir del ruido", explica este hombre. Por el contrario, María Aller, vecina del piso su perior, asegura que el garaje no le molesta. "Y eso que soy alérgica", matiza.

Inspección con preaviso

Las viviendas han sido visitadas en muchas ocasiones por los inspectores municipales. Los vecinos argumentan que la inspección avisa a la empresa antes de acudir y que ésta, ya enterada, "procura que cuando se hacen las mediciones haya pocos autobuses en el hangar".El encargado de García Tejedor afirma que, "sólo son tres familias las que se quejan". "Pusimos un sistema de extracción y siguen diciendo que sale humo sucio. También hemos reducido el número de autobuses. ¿Qué quieren, que cerremos la empresa?".

Los vecinos reconocen que en los últimos días se guardan menos autobuses en el local y que, por tanto, el nivel de ruidos y humos es aceptable. "Si las cosas fueran siempre así, perfecto", dicen. "No queremos que cierren, sino que tomen medidas acústicas y contra los humos".

El presidente de la Junta de Arganzuela, Clemente Torres, afirma que ha visitado "de incógnito" la manzana en numerosas ocasiones. "Y sólo una vez encontré una deficiencia, que fue corregida" señala. "Tal vez los vecinos creen que la nave que ocupa el garaje debe pasar a su propiedad a buen precio para hacer ellos un aparcamiento".

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