_
_
_
_

Dos atentados terroristas en Córcega como protesta por la tragedia de Furiani

Contemplando las ruinas del estadio Furiani, un muchacho corso dijo la pasada semana: "Ya ajustaremos las cuentas a nuestra manera, a la manera corsa". Dos atentados con explosivos hicieron eco en la madrugada de ayer a esas palabras. El primero destruyó un camión que transportaba restos de la tribuna que, al hundirse el pasado 5 de mayo, causó una carnicería en el estadio Furiani. El segundo dañó la gasolinera del líder del comité de apoyo a Jean-Francois Filippi, presidente del Sporting de Bastia.Los terroristas del Frente de Liberación Nacional Corso (FLNC) reivindicaron ambos atentados, que no causaron daños personales. Con esas acciones el FLNC dio su respuesta -"la respuesta corsa" esperada en la isla- a la sucesión de pillerías, chapuzas y negligencias del drama del estadio Furiani, que ayer se cobró su l4ª víctima mortal, un técnico de sonido de Radio Corse Frequenza Mora.

Acciones judiciales

Los terroristas, sin embargo, llegaron esta vez con retraso. En los días anteriores, el Estado francés, desmintiendo el escepticismo de los corsos, se había aplicado con diligencia en dar nombres y apellidos a ese Monsieur X buscado por el fiscal de la república como presunto responsable del delito de homicidio.

Filippi, presidente del club que instaló la tribuna con el objetivo de doblar en menos de una semana la capacidad del estadio, había sido ya procesado y detenido. Dos ingenieros de la empresa Sud-Tribune, autora material de la chapuza, habían corrido la misma suerte.

El presidente de la Federación Francesa de Fútbol, Jean Fournet-Fayard, había sido interrogado durante varias horas por la policía y su futuro seguía en el aire. Fournet-Fayard aseguró ayer que no tiene la menor intención de dimitir de su puesto en la federación, pero añadió que sigue "a disposición de la justicia" para futuras investigaciones.

Si el fiscal y el juez de instrucción de Bastia aceleraban la identificación de Monsieur X, el ejecutivo central francés también hacía lo propio. Tras la fulgurante investigación de la comisión puesta en pie por el ministerio del Interior, el prefecto de Alta Córcega y su director de gabinete habían sido cesados de sus respectivos cargos.

El fiscal y el juez de Bastia estudiaban ayer la posibilidad de procesar a ese prefecto y también al alcalde de la localidad de Furiani.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_