Banesto constituye un fondo especial para asegurar los beneficios y cubrir posibles insolvencias

El Banco Español de Crédito (Banesto) ha constituido un fondo especial con el objetivo de asegurar la futura distribución de beneficios y hacer frente a posibles insolvencias no previstas. Este fondo especial, que está recogido en las salvedades del informe de auditoría realizado por la firma Price Waterhouse, se constituye con una aportación inicial de 6.000 millones de pesetas procedentes de los 45.568 millones de beneficios netos (libres ya de impuestos) obtenidos por el banco que preside Mario Conde el pasado ejercicio.

El objetivo de este fondo especial, según el informe de auditoría, es cubrir la posible evolución de ciertas situaciones especiales de riesgo que pudieran producirse, como es morosidad u otras insolvencias, y asegurar el reparto de beneficios. Así lo han confirmado también fuentes del banco. Esta práctica se está haciendo habitual en el sector financiero.Banesto ha preferido aportar estos 6.000 millones de pesetas al nuevo fondo a aumentar más el dividendo, que, no obstante, pasó de 200 a 205 pesetas por acción. En cualquier caso, el informe de auditoría destaca la medida tomada como "un criterio de prudencia". Al margen de esto, la auditoría de Banesto es de las consideradas limpias, reflejando la imagen fiel del patrimonio de la entidad, así como su situación financiera, según el auditor.

Además de esos 6.000 millones de pesetas que han engrosado el mencionado fondo especial, Banesto destinó a dividendo un total de 20.241 millones de pesetas (205 pesetas por acción). Otros 18.427 millones fueron a parar a reservas voluntarias de libre disposición y 900 millones a participación estatutaria del consejo de administración.

El fondo especial recibirá, previsiblemente, nuevas aportaciones este ejercicio o en próximos. Las fuentes del banco consultadas han manifestado que, en estos momentos, es pronto para hablar de nuevas aportaciones en otros años. En cualquier caso, con el fondo trata mejorar la cobertura ante las insolvencias que no hayan estado previstas en las reservas de libre disposición que el banco cubre de acuerdo a las disposiciones del Banco de España. En 1991, el banco cerró con unas reservas de 189.851 millones y un capital de 49.368.