Un hombre mata a su madre de 13 puñaladas y hiere a su padre "por mandato divino"
Alfonso Torrado Durán, de 31 años, cumplió en la noche del domingo "una misión divina". Creía ser el rey David y mató a quienes no consideraba sus progenitores. Asestó 13 puñaladas a su madre, Isidora Durán, un ama de casa de 61 años. Su padre, Rufino Torrado, un jubilado de 71 años, tampoco se libró de la carnicería. Recibió tres machetazos en el pecho y ayer estaba muy grave. Alfonso se duchó después con agua fría para purificarse. Pocas horas antes, en el barrio de Vallecas, un hombre mató de un tiro al hermano de su esposa tras una disputa por la custodia de su hija.
Encarnación oyó unos gritos de socorro. Ella y su marido buscaban aparcamiento a las 22.30 del domingo, cerca de su portería, en una calle del distrito de Ventas cercana a Alcalá.En la calle de al lado, en la puerta de Amós de Escalante, 19, un hombre tambaleante, con la cara ensangrentada, gritaba, y una sombra se escondía en el portal. El hombre era Rufino Torrado. Una mancha de sangre crecía sobre su pecho. "Tenía la nariz rajada, la oreja izquierda cortada y una herida por la que se le veía la mandíbula", comentaba ayer, horrorizada, Encarnación.
"Atiendan a mi mujer, pasen a verla", repetía el anciano. Encarnación le tapó con una toalla, pero no se atrevió a entrar en la casa, donde vivía el matrimonio y su hijo pequeño, Alfonso. Llegó la policía, alertada por los vecinos, y una UVI móvil se llevó a Rufino.
Los policías vieron en el vestíbulo de la casa a Isidora, desangrada por las 13 puñaladas y con un brazo cortado. En un dormitorio, su hijo Alfonso reposaba desnudo en la cama. Sobre su vientre, el machete. "Yo le vi salir, con las esposas, muy limpito", recuerda Encarnación; "iba diciendo: 'He matado a los demonios. Me he liberado".
Encarnación también vio el machete: "Era enorme, de unos 40 centírnetros". Alfonso declaró en comisaría que era la reencarnación de David, rey de los judíos, y que mató a sus padres en cumplimiento de una misión divina". Después de apuñalar a quienes no consideraba sus progenitores, se duchó con agua fría para "purificarse".
Mientras Alfonso permanecía ayer en comisaría, su padre, Rufino, se recuperaba de una operación en el hospital Gregorio Marañón. Su hijo le asestó dos puñaladas en la espalda y una en el pecho, y le -produjo varias heridas en la nariz y le cortó la oreja izquierda, según el parte médico. Su pronóstico era ayer grave.
Alfonso ha estado sometido a tratamiento psiquiátrico y ha sido ingresado dos veces, según la policía. Su hermano mayor, comenta Encarnación, estaba preocupado la última semana por Alfonso. "Al parecer, su médico le había retirado unas pastillas. Le notaban raro".
"El hermano", prosigue esta vecina, "llamó ayer [por el domingo] a la madre media hora antes de todo. '¿Qué tal está Alfonso?', preguntó. 'Está...', contestó la madre". Alfonso estuvo, según los vecinos, en una discoteca de la calle de los Hermanos García Noblejas. "Después le vieron discutir con unos chavales en Alcalá. Llegaría caliente y...", concluye Encamación. "Andaba atontolinado", señalaban los vecinos. "Me han contado que le han visto pisar demonios para matarlos", comentaba una mujer.
Por otro lado, un hombre de 33 años se tiró ayer desde un séptimo piso tras herir gravemente a su padre durante una discusión y expulsar a su madre de casa. Carlos M. S. se tiró por la ventana justo cuando los bomberos abrían la puerta de su casa.
Otro suceso trágico se produjo el domingo en Vallecas. Juan Pérez Castro, de 41 años, mató el domingo con su escopeta de caza a Manuel Cantador Murillo, de 35 años, hermano de su esposa, alcanzándole en el pecho informa Stephane Morán. Este pretendía quedarse con la custodia de la hija de Juan. Manuel cayó muerto en el patio del domicilio de Juan.
Accidente laboral
Finalmente, Francisco Úbeda Martín, de 25 años, un empleado de una contrata que realizaba obras en la ronda M-30, murió ayer atropellado por un coche. El joven, según la Policía Municipal, estaba colocando unos conos de señalización a las 15.15 de ayer cuando fue golpeado por una furgoneta de su empresa, Servial. Francisco cayó sobre la calzada y un automovilista acabó con su vida.
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