_
_
_
_

Las juventudes de KAS admiten que ya no captan militantes y que no influyen entre los estudiantes

Jarrai, la organización juvenil de la Coordinadora Abertzale Socialista (KAS) -en la que está presente ETA- clausura hoy en la clandestinidad su V Congreso, en el que trata de superar una crisis interna originada por la ausencia de nuevos adeptos y porque los actuales militantes están "poco formados" y padecen "apatía y desmotivación"; según las ponencias presentadas a debate. Jarrai, cuna de dirigentes de HB y ETA, admite que ha perdido influencia en instituros y universidades y reconoce el fracaso total del paro que convocaron por la caída de Artapalo y otros jefes etarras el 29 de abril.

En algún lugar secreto de la geografía vasca, para "evitar el hostigamiento policial" según ellos, los dirigentes han explicado a sus jóvenes militantes -con edades entre 14 y 18 años- que de este V Congreso Jarrai (Seguir) tiene que salir renovada y "adecuada" a los nuevos tiempos, tras haber superado la actual situación en que "la organización está parada" y en la que su militancia está "sin espíritu crítico, con baja formación, desmotivada, delegacionista y con grandes lagunas en diferentes aspectos".Es para Jarra¡ prioritario superar la "falta total de desarrollo teórico social de los problemas juveniles" (sic), según se refleja en una ponencia de la dirección debatida durante este fin de, semana. "La absoluta mayoría de la militancia de Jarrai", se añade en el documento, "no tiene sensibilidad hacia los problemas juveniles a 'a hora de entrar a militar en Jarrai". Entonces ¿cómo puede una organización aparcar los problemas de la juventud y llamarse a la vez juvenil? ¿Qué es Jarra¡ en realidad?

Desde estamentos policiales, políticos y sociales se hace una equiparación entre militantes de Jarra¡ y futuros activistas de la banda armada, binomio que sus portavoces rechazan con una de sus recetas verbales preferidas: "Burda criminalización". En público, sus dirigentes comentan: "No tenemos nada que ver con eso. Se ha construido un fantasma alrededor nuestro con mala intención", al tiempo que niegan cualquier relación con los actos de sabotaje urbano y violencia gratuita que muchas veces siguen a las convocatorias de la izquierda abertzale. En la ponencia de debate, sin embargo, reconocen que "hay bastantes sitios donde seguimos siendo los txuskeros, los barricaderos... es más, la expresión jarraitxu ha entrado en la lista de tribus que pululan por Euskadi". Para la policía, de las más salvajes que actúan en el pavimento urbano.

Falta de democracia interna

El texto de debate elaborado por la dirección saliente rezuma pesimismo crítico. Se admite una "situación de falta de democracia interna", que ha conducido a una "ausencia de iniciativa de la base, que se limita a hacer seguidismo de las directrices que marcan los órganos de dirección nacionales". Este cuadro ha obligado a la dirección a advertir en el texto que si no se vence "la desmotivación y apatía" puede convertirse en "una bomba de tiempo (sic) que puede traer consecuencias muy negativas". No descartan incluso "un desgarro en la organización" entre dirección y militancia.

La supeditación a las directrices de KAS ha conducido a su organización juvenil a despegarse de los problemas que afectan a la juventud vasca, cada vez más "atomizada, desmotivada y con una pérdida de referentes y valores solidarios, creativos, inconformista e imaginativos", según uno de los portavoces de Jarrai, Mikei Zubimendi. Jarrai se ha ido quedando sin banderas a las que enganchar su discurso. Reconocen en su ponencia que la primera cuestión que salta a la vista es la falta de tratamiento y desarrollo de información juvenil. Lo que sobra son informaciones de política global".

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Todo ello ha concluido en una paulatina pérdida de presencia en institutos y universidades y les ha restado capacidad movilizadora. La convocatoria de jornadas de lucha en los centros de enseñanza, tras la detención de la dirección de ETA en Bidart (Francia), el pasado 29 de abril, fue un fracaso. Esta pérdida de presencia en las movidas juveniles les ha obligado a dar un giro radical. Ahora hablan de implicarse en los movimientos sociales" sin caer en la instrumentalización ni el dirigismo.

Con todo, no han abandonado el lastre clandestino que arrastran desde hace 13 años y afirman en la ponencia política que su militancia debe "implicarse" en todos los grupos sectoriales de la juventud sin descubrir su militancia en Jarrai", "Si toda la militancia fuese públicamente conocida como militancia de Jarrai", dicen en el texto, "ésto traería problemas".

Frente a sus planteamientos más leninistas de los dirigentes -"un tanto caducos en la actualidad y superados por la realidad", según el texto-, Jarrai apunta ahora como imprescindible "superar las peleas estériles entre siglas llenas de sectarismo" y aboga por "ofrecer pluralidad tanto en el mensaje como en los modelos, y asumir las contradicciones como reflejo de la riqueza del mismo". Este novedoso planteamiento sólo puede interpretarse desde la actual posición de debilidad de la organización.

La importancia de rediseñar el entramado estructural de la organización queda patente en el documento de discusión para evitar que Jarra¡ sea una "máquina de quemar militantes, la consecuencia más triste del diseño actual de las estructuras".

"Servicio militar de ETA Militar"

"Ustedes sólo aciertan cuando rectifican". Aquella frase acuñada por el líder del primer partido de la oposición española, Manuel Fraga Iribarne, parece hacerse realidad entre las juventudes de KAS. Jarrai dice estar dispuesto a rectificar los errores cometidos durante esta década perdida. En temas como el del servicio militar -en el que han volcado sus esfuerzos de los - últimos años- han tenido que rendirse a la evidencia y variar sus postulados, aunque probablemente más por rentabilidad política que por convencimiento ideológico.Su apoyo al movimiento antimilitarista de la insumisión contrasta con los calificativos que brindaban hasta hace tres años a insumisos y objetores. Entonces les acusaban de. "pequeñoburgueses" y de apostar por salidas "individualistas". Han dado los primeros pasos hacia unos postulados antimili, -eso sí, abertzales (patriotas)- pero abandonando la idea del Ejército Popular Vasco que tantas veces han coreado con el lema "La mili con los milis" Muchas paredes de los cascos antiguos del País Vasco recuerdan aún esa época con una misma pintada: "Servicio militar en ETA Militar" (Jarrai).

Sin llegar a condenar la violencia de ETA, ahora afirman que "la defensa nacional de nuestro pueblo no tiene que estar basada en una estructura armada, puesto que participando en estructuras sociales se participa en la defensa nacional de una manera tan eficaz como en cualquier estructura". En textos previos al V Congreso ya afirmaban que militarmente no se puede derrotar al Estado español", por lo que la defensa de Euskadi no tiene por qué conllevar la existencia de un Ejército". Pero profundizar en esa dirección supone cuestionarse, al final, la dinámica armada de ETA y la fruta no debe estar aún madura.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_