Anatoli Kárpov resiste al borde del abismo en Linares
El ruso Anatoli Kárpov, subcampeón del mundo de ajedrez, aplazó ayer en posición de tablas, tras seis horas, la penúltima partida de la semifinal de candidatos que disputa en Linares frente al británico Nigel Short. Si hoy se confirma, el pronóstico en la reanudación, Kárpov necesitará ganar la última con las piezas negras para forzar el desempate. Su compatriota Artur Yusúpov está en la misma situación tras hacer tablas ayer con el holandés Jan Timman."Pobre niña, no es consciente de este momento histórico" dijo el Gran Maestro yugoslavo Ljubomir Ljubájevic: en la sala de prensa mientras la hija de Short, de un año de edad, participó a su manera en la excitación colectiva. El británico tuvo un peón de ventaja y mejor posición al cumplirse cuatro horas de juego. Poco antes, Kárpov nos dejó atónitos. El gélido Anatoli ya no merecía ese apelativo; con un minuto para siete jugadas, temblando, moviéndose en la silla como si sufriera una descarga eléctrica, el ex campeón jugó muy mal y llevó un potente caballo centralizado a una banda, algo insólito en uno de los mejores ajedrecistas de la historia.
El comienzo de la lucha no permitía presagiar esa tensión. Cuando Juan Manuel Guerrero, preso de la cárcel de Almería rehabilitado a través del ajedrez, puso los relojes en marcha como invitado de honor, Kárpov pareció relajado y seguro de sí mismo. Poco después logró una gran ventaja de espacio que restringió al máximo la movilidad de las piezas negras. Guerrero volvió a la prisión convencido de que su ídolo iba a ganar.
Si Kárpov fuera un ciclista podría decirse que sufrió una pájara cerebral. Sólo así pueden explicarse las absurdas maniobras que realizó en una posición que le permitía hacer jugadas de espera hasta superar el control de 40 movimientos en dos horas.
Short, con tres minutos más que su rival, hizo honor a la flema británica y aprovechó la situación para dar un vuelco a la partida pero falló después al ofrecer un cambio de damas que alivió el sufrimiento de su rival. Quizás el joven británico actuó así para evitar riesgos, consciente de que tendrá la iniciativa de las blancas en la última partida.
Ese relajamiento hizo renacer al auténtico Kárpov que mejoré poco a poco la posición de sus piezas y logró una mínima superioridad tras seis horas de juego.
Posición aplazada: Blancas (Kárpov): Rf4, Ta6, peones en a4 y g4. Negras (Short): Rd7, Ta2, peón en h4. Juegan las negras.
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