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SEVILLA EXPO 92

Todos los pabellones, salvo tres, funcionaron ayer a pleno rendimiento entre largas colas de visitantes

Lourdes Lucio

Excepto Argelia, Omán y Promesa, todos los 95 pabellones de la Expo abrieron ayer puntualmente sus puertas a las 10 de la mañana. El público abarrotó desde una hora antes las taquillas para comprar entradas a 4.000 pesetas y se formaron colas de hasta más de media hora en varios pabellones. Los propios organizadores del certamen estaban sorprendidos de la gran afluencia de público. "Estamos al Iímite de nuestra capacidad" afirmó Carmen Bueno, directora de los pabellones temáticos. Una avería en las instalaciones de agua impidió la apertura del pabellón de Omán, mientras el de Argelia no tenía todo expuesto.

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Responsables de ambos países indicaron que hoy estarán abiertos. En cuanto al edificio de la Promesa, participante que pretende transmitir "el mensaje cristiano sobre la creación, crucifixión y resurrección", aún le faltaban por realizar obras de acondicionamiento de interiores como la instalación de cristaleras. Para la urbanización de esta parcela los organizadores habían optado por utilizar el albero.Pese a que la mayoría de los servicios entraron ayer en funcionamiento, aún eran visibles algunas deficiencias. Los pavimentos de algunas calles y avenidas estaban destrozados por el paso reciente de camiones, los relojes distribuidos por el recinto permanecían aún embalados, las máquinas expendedoras de refrescos no funcionaban, así como algunos puntos de información.

Encontrar tabaco o tomar café en una zona de servicio resultaba un ejercicio inútil. Los 15 autobuses circulares, que con una frecuencia de minuto y medio deben pasar por cada parada, iban abarrotados de público, por lo que la Sociedad Estatal anunció la puesta en servicio de nuevos vehículos en los próximos días.

Los pabellones más visitados fueron los construidos por la organizadora (Futuro, Naturaleza y el Omnimax del pabellón de los Descubrimientos), los de Japón, Francia, Italia, Marruecos y Estados Unidos. En todos ellos se formaron grandes colas, que mataban el tiempo contemplando la actuación de una banda de jazz, danzas maoríes o las siluetas metálicas de personajes de la sociedad japonesa.

Directivos de la Sociedad Estatal evitaron ayer dar una cifra aproximada de visitantes. La Expo, como norma, no falicitará los datos sobre asistencia de público hasta un día después "para evitar confusiones". Asimismo tampoco suministrará datos de los ingresos económicos de las tiendas y restaurantes instalados en La Cartuja.

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El tan cacareado microclima, que según los organizadores iba a rebajar la temperatura hasta cuatro grados, se ha revelado insuficiente. Algunas de las pérgolas vegetales no proporcionaban sombra ya que las plantas no han acabado de cubrir su superficie.

Los organizadores, no obstante, estaban satisfechos del funcionamiento del recinto. El presidente de la Sociedad Estatal, Jacinto Pellón, pidió "comprensión" ante los fallos de ayer: "Las cosas no son tan sencillas y el recinto y el personal de la Sociedad Estatal necesita un rodaje. Tendremos que mejorar muchas cosas", afirmó.

Pellón atribuyó a los días de fiesta la falta de suministros en restaurantes, ya que el personal de sanidad alimentaria, que debe inspeccionar los alimentos que procedan del exterior, estaba de vacaciones.

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