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La Bolsa de Tokiso, continúa su desplome en un clima de incertidumbre económica

El mercado de valores de Tokio cayó ayer (un 1,7%) por tercer día consecutivo y se situó en los 16.787,33 yenes, uno de sus niveles más bajos de los últimos cinco años. El índice Nikkei, perjudicado por los escándalos financieros de las principales casas de valores y, sobre todo, por las pesimistas expectativas económicas que pesan sobre Japón para este año fiscal, se ha depreciado un 27% desde el pasado mes de enero.

El crash de la Bolsa de Tokio ha sido paulatino pero imparable: en cuatro meses ha perdido un 27% de su valor. El temor a que la economía japonesa no recupere por un tiempo su fortaleza de antaño ha sido la causa fundamental detrás de esta estrepitosa caída. El desplome de la Bolsa desde su cotización máxima a finales de 1989 - cuando llegó a cotizar 38.985,87 yenes- ha supuesto una pérdida de 2,6 billones de dólares (260 billones de pesetas) en la capitalización bursátil, según datos, de la revista económica Business Week. El índice Nikkei se ha depreciado un 57% desde entonces.

Esta pérdida, advierten algunos analistas, está dificultando enormemente la financiación de muchas empresas que durante los ochenta se béneficiaron de la bonanza del mercado. "No es sólo que la economía ha dejado de estar inflada sino que Japón debe hacer frente ahora a importantes cambios estructurales", según señaló a. Reuter un analista en Tokio.

"Ha deprimido a muchos inversores el hecho de que el crecimiento a corto plazo se vaya a estancar", dice Simon Smithson, jefe del departamento de estudios del banco de inversiones Kleinwort Benson International. "Y a largo plazo, mucha gente se está empezando a dar cuenta de que los índices de crecimiento que registró Japón en los ochenta no son sostenible en los noventa", dice Smithson.

También ayer, el ministro de Finanzas japonés, Tsutornu Hata, dijo que los valores de la Bolsa han de reflejar los buenos datos económicos de Japón, que todavía son mejores que los del resto de las naciones industrializadas.

No obstante, la economía nipona ha caído un 0,2% el último trimestre de 1991. Y puede que crezca tan sólo entre el 1% y el 2% este año fiscal, señala un analista de la firma Nomura. Estas cifras contrastan con las expectativas oficiales, que sitúan el aumento del PIB para 1992 en el 3,5%. Hata también mencionó que el Gobierno tomará las medidas necesarias para restaurar la confianza de los inversores, aunque no especificó en qué consistirían.

Muchas de las principales compañías niponas han registrado preocupantes caídas en sus resultados. Los beneficios de Fujitsu, uno de los gigantes japoneses de la electrónica, cayeron un 37% el pasado año fiscal. Como medidas más inmediatas, esta compañía está recortando la inversión en capital un 20% y rebaja las pagas a sus ejecutivos un 35% durante los próximos seis meses.

La Federación de Organizaciones Económicas-que agrupa a ejecutivos- anunció ayer en conferencia de prensaque la economía nipona recuperará su pulso en el segundo semestre del año.

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