Los etarras presos en Alcalá reconocen que sólo una minoría apoyará sus motines

Los etarras recluidos en la prisión madrileña de Alcalá-Meco reconocen en un documento enviado a la dirección de ETA en Francia que sólo una minoría de los recluidos en la prisiones estaría dispuesta a sumarse a la cadena de motines proyectados por los primeros. Este plan, elaborado por los reclusos de la organización considerados duros, consistía en poner en pie de guerra las prisiones justamente dos semanas antes del inicio de los próximos Juegos Olímpicos de Barcelona.A través de Carlos Torrecilla Parra, condenado por su pertenencencia al comando Araba, el colectivo de presos de Alcalá-Meco hizo llegar a la cúpula de la organización un documento en el que propone el inicio de una serie de motines durante los días previos a los acontecimientos de Barcelona, tomando a funcionarios como rehenes.

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