Núñez impidió que Cruyff cobrara por adelantado el importe anual de su contrato

Josep Lluís Núñez, presidente del Barcelona, se negó a adelantar al técnico Johan Cruyff el importe total de su contrato de la próxima temporada, que supera los 125 millones de pesetas. La petición de Cruyff se realizó hace varios meses y la negativa del presidente acrecentó el divorcio que existe entre ambos. Mientras tanto, la directiva del Barcelona ha llegado a la conclusión deque el director técnico del equipo azulgrana, Johan Cruyff, está intentando con sus acusaciones dividir a la afición con vistas a las próximas elecciones presidenciales, a celebrar el año próximo.

El pulso que mantienen Núñez y Cruyff por el control deportivo-administrativo del club está salpicado de roces y tensiones, ampliamente divulgados últimamente por los medios de comunicación -véase EL PAÍS del día 24 de marzo- Algunos de esos "miles de problemas", existentes, según Cruyff, se escapan del ámbito estrictamente laboral. Por ejemplo, presidente y entrenador tuvieron serias diferencias por cuestiones económicas.

Hace varios meses, Cruyff solicitó a Núñez el adelanto de la totalidad del importe de su contrato de la próxima temporada. El técnico holandés, posiblemente, necesitaba los más de 125 millones de pesetas que percibe anualmente para pagar la lujosa mansión que se ha construído en una de las mejores zonas de Barcelona. Núñez se negó en rotundo, argumentado que había leído y escuchado unas declaraciones del entrenador barcelonista en el sentido de que el valor de los contratos era, poco más o menos, papel mojado y que ante este hecho no podía acceder a su petición.

Directivos maltratados

El presidente azulgrana comentó el tema con sus compañeros de junta, que se mostraron de acuerdo con la decisión adoptada. Y es que Cruyff no goza de las simpatías de la mayoría de los directivos, que se sienten "maltratados" por el entrenador en los desplazamientos. Estos directivos entienden que Cruyff trata de influir de forma muy anticipada en las próximas elecciones, previstas para dentro de un año, y convertirlas en un referéndum personal con Núñez de por medio.

Núñez replicó el pasado domingo a las palabras de Cruyff, que intentó justificar la derrota de Praga por "fallos de organización del club y no por errores del vestuario". El presidente del Barcelona respondió: "Veo a Cruyff nervioso e inseguro". Y añadió: "Johan tendría que irse si no gana la Copa de Europa".

Varios directivos del Barcelona, y de forma especial el presidente Josep Lluís Núñez, han analizado las declaraciones realizadas por Cruyff tras la derrota de Praga y, la mayoría, no encuentran "ninguna justificación deportiva" a la acritud mostrada por el técnico hacia la organización del club. "La reacción del técnico fue visceral", coincidieron algunos, "y no venía a cuento". Hay más de un directivo que asegura, sin embargo, que el presidente califica a "Cruyff de persona muy inteligente" y, por tanto, capaz de "cualquier maniobra encaminada a conseguir sus fines", que no son otros que el control administrativo-deportivo de la entidad. En este sentido, las mismas fuentes en cuestión han llegado a la conclusión de que Cruyff "está tramando una estrategia electoral", que consistiría en tratar de dividir a la afición ante las elecciones presidenciales de 1993, cuya celebración vendrá marcada por el resultado deportivo de esta temporada y, concretamente, por la capitalización que se puede hacer de los triunfos si obtienen la Liga y/o la Copa de Europa.

Jaume Llauradó, presidente del Fórum Samitier y un foco de oposición al presidente Núñez -de acuerdo a la terminología empleada por la directiva barcelonista-, afirmó ayer, en manifestaciones a la agencia Efe, que "el equipo ha perdido muchas veces por factores externos al club, pero lo imperdonable sería perder por problemas que se generasen en la propia entidad".