Sam Walton, el hombre que se hizo rico vendiendo barato

Sam Walton, el tercer hombre más rico de EE UU, propietario de la cadena de tiendas WalMart, que amasó una fortuna de más de 22.000 millones de dólares vendiendo barato y cuidando al cliente, falleció el domingo víctima de un cáncer. Walton, que en 1980 superó la leucemia, falleció, a sus 74 años, a causa de un mieloma múltiple, en el hospital de Little Rock, de su ciudad natal, en Arkansas.Destacado por la revista Forbes en octubre de 1991 como el tercer hombre más rico de EE UU, Walton construyó su imperio a partir de una filosofía muy simple: competir en precios y en calidad al mismo tiempo.

Populista en sus formas y amante de estar cerca de sus trabajadores, Walton, que se graduó en Economía por la Universidad de Misuri en 1940 y sirvió en el Ejército durante la Segunda Guerra Mundial, abrió su primera tienda en 1969, después de trabajar en J. C. Penney, una cadena de grandes almacenes de EE UU. En su primer establecimiento, Walton vendía ropa de vestir y para el hogar, como zapatos, zapatillas, menaje y cualquier mercancía no perecedera que consiguiese barata en el mercado. Aparentemente, todo tenía cabida en las tiendas de este hombre, que el 31 de marzo de 1992 había abierto, junto con sus cuatro hijos, un total de 1.735 establecimientos, algunos de ellos en pequeñas localidades de Estados Unidos.

Walton, según reconocen sus empleados, fue un jefe cercano y capaz de hacerlo casi todo por su empresa y por ellos, a los que gustaba llamar "sus asociados". De hecho, en 1983, después de que sus empresas hubieran obtenido incluso mejores resultados de lo esperado, montó una fiesta en Wall Street, en Nueva York, se puso una falda hawaiana y bailó el hula-hula con una nativa de las islas que iba ataviada al uso. Cuando en 1990 supo que estaba enfermo y que su mal tenía escasas posibilidades de cura, escribió un comunicado a todos sus trabajadores dándoles cuenta de su estado, porque no quería "que se enteraran por fuera" de que el jefe estaba enfermo.