Las potencias occidentales desean que la ONU opte por las sanciones

Las potencias occidentales buscaban ayer el respaldo unánime del Consejo de Seguridad para aprobar sanciones contra Libia por su resistencia a entregar a los dos sospechosos del atentado de Lockerbie.En las últimas horas han aparecido, sin embargo, algunos signos de que Libia puede cambiar de actitud antes de que se apruebe una resolución en su contra.

Estados Unidos, el Reino Unido y Francia, las tres naciones que impulsan las sanciones contra Libia, negocian actualmente con los otros miembros del Consejo de Seguridad, especialmente los países no alineados, para que la resolución sea aprobada por los 15 integrantes del máximo órgano ejecutivo de la Organización de las Naciones Unidas, con el fin de que el mensaje que reciba el presidente libio, Muammar el Gaddafi, sea claro e indiscutible. Los tres promotores pretenden acelerar el trabajo para tomar una decisión este fin de semana, pero el presidente del Consejo, el venezolano Diego Arría, ha advertido que será difícil la aprobación antes del lunes.

Ante la inminencia de las sanciones, que podrían incluir el bloqueo del tráfico aéreo sobre Libia y otras que dificultarían el comercio de ese país, el Gobierno de Trípoli ha enviado señales que indican que estaría dispuesto a entregar a los dos sospechosos del atentado en 1988 contra un avión de Pan Am en el que murieron 270 personas al precipitarse sobre la ciudad de Lockerbie, en Escocía.

En Nueva York, el embajador libio dijo que su país sigue dispuesto a entregar a los dos agentes a la Liga Árabe, mientras que en El Cairo fuentes citadas por la agencia Reuter afirman que Trípoli quiere poner a los dos hombres en manos de una comisión de las Naciones Unidas, con la única condición de que el primer interrogatorio a los sospechosos se les haga fuera de Estados Unidos y del Reino Unido.