Trámites lentos y farragosos
El presidente del Congreso, Félix Pons, mostró ayer su disposición, a pesar de dos jornadas de intenso trabajo, de empezar en ese mismo instante la reforma del reglamento. No tenía Pons un súbito deseo de afrontar los polémicos elementos de esa reforma, tales como las comisiones de investigación o la presencia del jefe del Gobierno en la Cámara, sino que consideraba urgente un cambio radical que evite el actual sistema de presentación de las propuestas que se derivan de cada debate del estado de la nación.Todos los portavoces salieron igualmente insatisfechos del desarrollo y el resultado del farragoso trámite, y aseguraron que debía ser la última vez que se hacía así.
El afán de muchos portavoces de someter a votación sus propuestas, aún a sabiendas de que iban a ser rechazadas, e incluso el de votar las iniciativas ajenas, estuvo a punto de acabar con los nervios de Pons, que hizo ostensibles muestra s de contención, a juzgar por la expresión de su rostro.
Félix Pons sólo encontró ayer solidaridad del portavoz de Izquierda Unida, Nicolás Sartorius, que, para evitar votaciones inútiles, reclamó que todas las propuestas de su grupo se votaran de una vez después de entresacar las que previamente el portavoz socialista, Eduardo Martín Toval, hubiera anunciado que se iban a admitir. Así, con una sola votación se zanjaban las resoluciones de cada grupo parlamentario. "Espero que cunda el ejemplo", dijo Félix Pons, pero no cundió.
La información sobre el debate del estado de la nación ha sido elaborada por Luis Rodríguez Aizpeolea, Anabel Díez, Juan González Ibañez y Camilo Valdecantos.
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