El ecologismo irrumpe en la vida política gala

Las elecciones regionales y cantonales celebradas ayer en Francia significaron la espectacular irrupción en la vida política del país vecino del movimiento ecologista. Frente a un insignificante 2,4% en las regionales de 1986 y un ínfimo 0,35% en las elecciones legislativas de 1988, el 14% que obtuvieron las dos listas que concurrían divididas les convierte en un factor de peso. Los Verdes, el movimiento puro liderado por Antoine Waechter, logró un 7% de los votos, y Generación Ecología, la formación moderada del ministro del Medio Ambiente en el Gabinete de Edith Cresson, Brice Lalonde, un 6,5%.En los complicadísimos equilibrios que el presidente François Mitterrand tendrá que hacer para evitar una segunda cohabitación con la derecha a partir de las legislativas de 1993, las fuerzas ecologistas tendrán un papel muy importante.

Buena parte del voto de izquierda perdido por el Partido Socialista francés ha sido absorbido por los defensores de la naturaleza.

Junto a los ecologistas, otros movimientos han obtenido notables resultados locales. Así, la lista de Caza, pesca, naturaleza y tradiciones se ha convertido en la tercera fuerza política en el departamento de los Pirineos Atlánticos, fronterizo con España y que incluye al País Vasco francés. Obtuvo el 13% de los votos, que representan tres consejeros regionales sobre un total de diecisiete. Los cazadores lograron incluso el 66% en el pueblo de Isseure, y el 32% en Tardef.

Los abertzales vascos, por su parte, consiguieron un 3,6% de los sufragios a nivel del conjunto del departamento.

Al otro extremo de la frontera, en el departamento de los Pirineos Orientales, las dos fuerzas catalanistas que se presentaban en los comicios obtuvieron el 3% de los votos y se quedaron también sin representación en el consejo general.