Un coche bomba mata a un guardia civil en Barcelona
El guardia civil Enrique Martínez Hernández, de 30 años, falleció anoche al estallar un coche bomba en Lliçà d'Amunt (Barcelona). Horas antes, una voz anónima avisó a la Guardia Civil de que el dueño de un coche robado había sido encerrado en el maletero de un Fiat Uno aparcado en Lliçà d'Amunt. El vehículo, que contenía unos 15 kilos de amosal, estalló cuando lo examinaba uno de los artificieros.La explosión sorprendió a un vecino cuando sacaba a pasear a su perro. Según este testigo, el coche bomba tenía matrícula de Zaragoza, llevaba colocada una barra antirrobo y estaba aparcado en la zona desde hacía cuatro días, dificultando la entrada en un garaje de la calle.
En esta localidad fue desarticulado, el 30 de mayo de 1991, el comando Barcelona de ETA y resultaron muertos sus cabecillas, Carles Monteagudo y Félix Erezuma, en un tiroteo con la Guardia Civil.
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