Tanteos de aproximación entre liberal-demócratas y laboristas en el Reino Unido

La campaña electoral británica no ha hecho más que empezar, pero comienzan a perfilarse las eventuales coaliciones o pactos de Gobierno si nadie obtiene la mayoría absoluta. El partido bisagra, el liberal-demócrata, ha recibido ciertos guiños de complicidad desde el Partido Laborista en la cuestión clave de la reforma del sistema electoral. Los conservadores no quieren ni oír hablar de ello, mientras Neil Kinnock ha sugerido en un par de ocasiones que el asunto "podría discutirse".El líder conservador, John Major, cuenta a su vez como futuros aliados con los unionistas conservadores de Irlanda del Norte, cuyo precio es la denuncia del tratado anglo-irlandés.

La hipotética aproximación poselectoral de laboristas y liberal-demócratas, cuyos programas son parecidos, debería pasar forzosamente por la implantación del sistema electoral proporcional. Si el partido de Paddy Ashdown consiguiera esa reforma dejaría de estar condenado a un papel secundario y podría aspirar a cumplir su gran objetivo a largo plazo, consistente paradójicamente en sustituir a los laboristas como principal fuerza de oposición a los conservadores. Para los laboristas el pacto podría suponer su acceso al Gobierno después de 13 años en la oposición.