_
_
_
_

Un Joventut en crisis ganó al Valvi

JUANMA ITURRIAGA, Lo peor que le puede pasar a un equipo no es estar en crisis, circunstancia de la que nadie está a salvo, sino llegar a asumirla y convivir con ella como si nada El Joventut no está fino, eso no entra en el terreno de la discusión, pero el problema es que todos los jugadores desarrollan su trabajo bajo esta premisa, lo que es el principio para dificultar su superación.

Este bajón en el rendimiento general tiene dos vertientes y cada una de ellas cuenta con un jugador significativo. La primera es física, representada en toda su magnitud por Corney Thomspon. El líder espiritual del Joventut es una sombra de lo que era, lo que no puede extrañar si tenemos en cuenta su hiperutilización provocada a medias por el conservadurismo de Lolo Sainz y las lesiones de Ruf y Ferrán. Éste estuvo presente en el banquillo, pero no tuvo oportunidad de debutar.

Con Thompson agotado, el Montigalá ha perdido su punto habitual de referencia, una decena de puntos y parte de su capacidad defensiva, como se encargo de demostrar Middleton.

La segunda lectura de la crisis, ésta de tinte psicológico, la representa Rafa Jofresa. El base titular se debate en un mar de dudas y su presencia en la cancha carece de la necesaria ascendencia y capacidad de mando sobre sus compañeros No mira al aro como antes y su cara refleja gran parte de los problemas del equipo.

Con el director y el líder flojeando, cualquier compromiso se convierte en una lucha tanto con el equipo contrario como con sus propios fantasmas. Encima, para complicarles más las cosas, Alfred Julve, entrenador del Valvi, sacó el manual de Cómo complicar la vida a un equipo en crisis, y mientras Sainz se mantenía fiel a su estilo y optaba una vez más por la sota, el caballo y el rey, el Valvi dispuso toda una serie de variantes defensivas que sembraron el desconcierto en los ya de por sí poco fluidos movimientos verdinegros.

Los gerundenses dominaron gran parte del partido. Costa supo mandar, Ivanovic anotar. La mayoría salió con el mono de trabajo puesto y el resto lo hizo Middleton. El nortamericano se sintió a gusto teniendo que pegarse con Thompson, del que habrá oído maravillas, y se dispuso a entonar el te vas a enterar. 28 puntos, 10 rebotes y una directa incidencia en el juego que no se le había visto en los grandes compromsisos fueron las bases de la esperanza del Valvi.

Pero dada la diferencia que existe, con crisis o sin ella, entre el Joventut y Valvi, para que se dé la sorpresa hace falta dos cosas, que el Valvi juegue muy bien, que lo hizo, y el que Joventut lo haga muy mal. Y esto no ocurrió en su totalidad, pues Villacampa y Pressley se encargaron de evitar una vuelta anticipada a Badalona. A estos dos hombres se les puede cargar en el debe la victoria, aunque no lograron disipar todos los malos augurios sobre su equipo cuando estamos llegando a la zona de definición. Mientras no dejen de pensar en lo mal que están y los problemas que tienen les costará...

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_