Castro arma a los civiles por temor a brotes de descontento

El Gobierno cubano ha repartido armas entre civiles y ha potenciado organismos de militarización de la sociedad para hacer frente, en caso de necesidad, a un movimiento de descontento interno contra el régimen, según el último informe de la asociación norteamericana America's Watch sobre la situación de los derechos humanos en la isla entre los meses de septiembre de 1991 y febrero de 1992.

Esta organización, basada en Nueva York desde 1981 y conocida por el seguimiento de las violaciones contra los derechos del hombre en todos los países de América Latina, destaca, entre las medidas tomadas por La Habana para hacer frente a la crisis política, la creación el pasado mes de diciembre de lo que se llama Sistema de Protección y Vigilancia Unificada.Ese organismo cobró resonancia inmediatamente después de su creación por la captura de tres exiliados de Miami que entraron ilegalmente al país con armas. Uno de ellos fue ejecutado tras su captura y posterior procesamiento.

Asimismo, las Brigadas de Respuesta Rápida, ya existentes desde hace años, "tuvieron un nuevo desarrollo en 1991 y fueron usadas" para intimidar a individuos con "problemas políticos e ideológicos".

Estas brigadas, que el informe define como "bandas de civiles organizadas por el Gobierno", "parecen estar trabajando junto con la policía de seguridad y actúan corno ciudadanos espontáneos en numerosos actos de repudio contra disidentes".

Según la misma organización, el Partido Comunista de Cuba ha promovido la creación de este tipo de brigadas entre lo que el Gobierno llama organización de masas juveniles, los Pioneros, para tratar los casos de escolares "afectados por ideas extrañas".

El informe mencionado critica también al Gobierno de EE UU por poner obstáculos a los ciudadanos norteamericanos que desean viajar a Cuba. America's Watch considera que esa política contradice el Acta de Helsinki.